LA INFALIBILIDAD Y LA INERRANCIA DE LA BIBLIA


El Cristianismo profesa que la Biblia, tal como está hoy, contiene toda la doctrina y enseñanzas morales necesarias para la salvación, y que por haber sido estas inspiradas por el Espíritu Santo; profesa también a consecuencia, que las escrituras Judeo-Cristianas son infalibles e inerrables para poder servir al propósito para el cual fueron creadas; es decir, que están libres de todo error en sus enseñanzas y en la forma en que estas se expresan, en su versión original.

INFALIBILIDAD: El Cristianismo profesa que las Escrituras, en su versión original, están libres de error en todas sus enseñanzas doctrinales y morales. (2Tim 3: 15-17)

INERRANCIA: El Cristianismo también profesa que la escritura en su versión original, está libre de errores en toda la información que contiene con respecto al conocimiento humano y ciencia. (Lc 2: 1-5)

PORQUE ES ESTO IMPORTANTE
Algunos críticos y eruditos bíblicos modernos que no creen en la inspiración divina de las Escrituras, sino que son una creación humana, consideran variaciones en narraciones e información histórica no confirmada contenida en ellas, como errores y alteraciones cometidas a lo largo del tiempo, y que estas no fueron realmente escritas por los supuestos autores, sino por varios escribas desconocidos, incluso algunos de origen pagano.

El cristianismo rechaza esta afirmación, porque afecta substancialmente la credibilidad de la Biblia como deposito de la revelación de Dios para la salvación de la humanidad. Si las Escrituras contienen errores y equivocaciones, no se puede confiar en ninguna información proporcionada por ella, y no solo en datos históricos y científicos, sino también en asuntos doctrinales. La doctrina bíblica se construye sobre las premisas teológicas contenidas en los textos sagrados. Si estos contienen errores en su redacción, por ejemplo, como afirman algunas sectas hoy, que Juan 1: 1 no dijo realmente que el Logos era Dios, o si la mención de la Trinidad en Mateo 28:19 fue un error, esos versículos no se podía tomar más como premisas de una hipótesis teológica, poniendo en peligro toda la doctrina trinitaria. Algunos argumentan que los pequeños errores no afectan las doctrinas esenciales, y que Dios ha preservado las Escrituras lo “suficientemente bien” como para no comprometer esas verdades. Pero esta es también una afirmación contradictoria. Si hay un error, podría haber más, incluso cuando no estemos conscientes de ellos en ese momento. Por otro lado, si creemos que Dios conservó la escritura "lo suficientemente buena" para no comprometer la verdad, no hay razón por la cual Dios no preservara toda la escritura de error, después de todo.

El Cristianismo profesa formalmente, que la Escritura no contiene ningún error en la información que proporciona sobre conocimiento humano y ciencia, y en las enseñanzas doctrinales y morales que transmite. La inerrancia en el conocimiento humano confirma la credibilidad del contexto y el origen de sus enseñanzas, y la infalibilidad garantiza la credibilidad de los principios doctrinales y morales contenidos en ellas. Por esta razón, los apóstoles tomaron la información bíblica en un sentido literal, demostrando que lo entendieron de esa manera. De no haber sido así, sus argumentos habrían sido inútiles. (Lc 3: 23-38; Hechos 17:26; 1Pe 3:20; Heb 11: 4-7; Jd 1:14)

Las variaciones en narrativa son vistas parciales de un mismo evento o enseñanza, y las afirmaciones no confirmadas, son información correcta que aún no se ha descubierto o no se ha descubierto completamente.

El Cristianismo también profesa que esta infalibilidad e inerrancia son propias de los textos originales. Las copias modernas pueden tener variaciones en sus textos, pero también profesamos que el texto y el mensaje que nacen del estudio comparativo de los manuscritos varios, son por Divina providencia, preservados infalibles e inerrables para cumplir el propósito para el cual fueron creados. (Is 40: 8; 46:10; 55:16; Mt 5:18; 24:35)

Privar a la Escritura de infalibilidad e inerrancia, es un intento moderno de desacreditar la Biblia como fuente de verdad, revelación y moralidad; para dar paso a filosofías y éticas materialistas, incompatibles con los valores cristianos, y para erradicar la influencia del cristianismo en el mundo moderno.

Omar Flores.

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