Los cristianos
deben ser conscientes de que es posible que el diablo falsifique portentos como
si fueran de Dios.
En la
Escritura podemos ver cómo los sacerdotes paganos de Egipto realizaron un
portento que intentó competir con los verdaderos milagros de Moisés (Éxodo 7:
10-11), y San Pablo nos advierte que el diablo puede realizar
"milagros" como si fueran de Dios:
“Inicuo cuya venida es conforme a la actividad de
Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos”
(2
Tesalonicenses 2: 9)
TRES MARCAS DE UN VERDADERO MILAGRO
Hay tres
marcas principales en un verdadero milagro de Dios:
1 - EN EL NOMBRE DE DIOS
Los milagros
deben dar gloria y atención a Dios mismo.
Ya sea que se
diga que sucedieron a través de intercesión, reliquias, oraciones o bendiciones
de alguien, la gloria máxima debe ser para la Santísima Trinidad, no para el
canal utilizado, ya sea, persona, objeto o materia.
2 - VERDADERA DOCTRINA
El portento
debe hacerse de acuerdo con la verdadera doctrina, y no para apoyar alguna
herejía o error. Los milagros son, entre otras cosas, un sello de aprobación o
garantía de que Dios avala la doctrina proclamada, explicita o implícitamente.
Los falsos maestros pueden realizar portentos en apoyo de sus errores. Por esta
razón, un conocimiento a priori de la verdadera doctrina cristiana es
necesario. Siempre revise las implicaciones de un milagro con las Escrituras.
3 - FRUTOS
Finalmente,
los milagros no son trucos. Dios no se molesta en realizar portentos para la
diversión o la maravilla de los humanos, como si se tratara de un espectáculo
de entretenimiento. Cuando Dios realiza un milagro, lo hace como un sello de
aprobación hacia el canal del milagro (persona, objeto o materia) y la doctrina
que conlleva.
Dios también
hace milagros como actos de misericordia, como curaciones, contestaciones de
súplica, etc.
Finalmente,
Dios realizó milagros para aumentar la santidad y la fe del receptor y el
observador.
ULTIMA PALABRA
En el mundo de
hoy, hay muchas fuentes de "milagros", tanto fuera como dentro del
cristianismo.
Un verdadero
portento de Dios glorificará a la Santísima Trinidad por encima de todo lo
demás, apoyará la verdadera doctrina, produciendo fe y santidad en el receptor
tanto como en los observadores pasivos, contribuyendo a su salvación.
El único
milagro que Satanás no puede copiar de Dios es la resurrección de los muertos.
Omar Flores
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