Históricamente,
la Iglesia Cristiana Universal dispuso desde la antigüedad que los clérigos
ordenados debían usar sus túnicas distintivas en todo momento, lo que no debe
confundirse con las "vestimentas litúrgicas", que solo se usan para
celebraciones sacramentales. Así fue dispuesto para toda la Iglesia Universal según
el Canon 27, del Concilio en Trulo en 692 EC:
“Ninguno de los que están en la lista del clero
llevará ropa inadecuada, ya sea que viva en la ciudad o este en un viaje, sino
que llevará la ropa que esta asignada a aquellos que pertenecen al clero. Y si
alguien viola este canon, será suspendido por una semana ”.
Desde
entonces, las actitudes han cambiado y las iglesias han desarrollado sus
propias reglas, algunas afirmando, otras modificando y otras eliminando
totalmente esta regla. Esto refleja diferentes opiniones y enfoques tanto de
los laicos como del propio clero. La decisión no es fácil porque afecta
profundamente la sensibilidad de congregaciones enteras de una manera u otra, y
se necesita la guia de la Palabra de Dios y de una reflexión cuidadosa para
tomar la decisión correcta.
LA SOTANA
La sotana
ministerial, dejando de lado cualquier superstición medieval, es un uniforme que
identifica a un ministro ordenado ante la sociedad y la vida pública. Llevar
una sotana, o cualquier otra forma de vestimenta clerical distintiva,
identifica a la persona que la usa con el trabajo que hace al servicio de la
sociedad y de la Iglesia, tal como un policía, una enfermera o un soldado
podrían ser identificados por sus uniformes . Sin embargo, incluso los
policías, enfermeras y soldados no ejercen sus ocupaciones las 24 horas del
día, por lo que durante sus momentos privados no usan sus uniformes. Pero esos
son trabajos, el ministerio ordenado cristiano es más que un
"trabajo"; es una vocación de por vida.
DOS PUNTOS DE VISTA DIFERENTES
Llevar una
sotana protege al Presbitero contra la tentación interna y externa.
Internamente,
las ropas clericales le recuerdan al Ministro que es un siervo de Dios y un
Pastor de almas. Sus acciones y palabras son observadas por muchos como ejemplo
de santidad y como representante oficial de la Iglesia. Esto infunde en el
ministro, un sentido de cautela y sobriedad de comportamiento en todo momento.
Externamente,
el ser fácilmente identificable como Hombre de Dios, causaría que muchas
personas que de otra manera acudirían a él con malas propuestas e intenciones,
se abstengan de hacerlo, reduciendo así el peligro de exposición al mundo
secular.
Otra parte del
dilema es que un párroco no debe estar separado de su propia comunidad
parroquial, sino que debe ser parte de élla. Llevar una sotana en todo momento,
podria crear una cierta distancia entre él y sus feligreses, lo que dificultaria
que se mezcle con su comunidad y compartan sus vidas, especialmente cuando el
Sacerdote es casado, tiene hijos y vive bajo el cuidado financiero de la
comunidad local. Un ministro que usa sotana mientras se encuentra en los
terrenos de la iglesia o realiza tareas religiosas, y usa ropa común durante su
vida privada o en su hogar, podría ser fácilmente visto como otro miembro de la
parroquia y aceptado tanto como pastor espiritual, así también como miembro de
la comunidad, dando a la sociedad una imagen más cercana y realista.
CONCLUSIÓN
Vestir o no sotana
es un dilema moral más que canónico, porque afecta realmente y profundamente el
phyque de todos los involucrados, de una manera u otra.
Teológicamente
hablando, los poderes de la ordenación no dependen en absoluto de la ropa que
lleva un ministro. Todo deber sacramental que un sacerdote celebra, incluso la
Eucaristía, es válido y efectivo en esencia, ya sea que se haga con casulla
litúrgica, estola, Phelonion, Epitrachelion o en una camisa de negocios. El
tema es totalmente canónico.
Cada cuerpo
eclesiástico debe decidir sobre este asunto de acuerdo a la sensibilidad de la
comunidad local a la que atiende el Presbítero. El imponer una forma u otra de
manera general, ha demostrado ser poco realista y problemático. Ambas formas
pueden traer resultados positivos si se llevan a cabo con sentido común y de
acuerdo a las circunstancias locales.
Que un Sacerdote
use o no sotana en todo momento, no disminuye en absoluto su estatus espiritual
como Ministro ordenado de Dios.
NOTA IMPORTANTE: Esto solo se aplica a los Presbíteros Diocesanos. Los
Presbíteros que son monjes o miembros de órdenes religiosas, o Hieromonjes,
deben, sin excepción, llevar sus respectivas vestiduras religiosas en todo
momento.
Omar Flores.
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