SE LE OFRECIO HIEL OR MIRRA A JESUS ANTES DE LA CRUCIFIXION?



Solo dos de los evangelios mencionan el ofrecimiento de vino mezclado con un aditivo, al Señor Jesús inmediatamente antes de su crucifixión, Mateo 27: 33-34 y Marcos 15: 22-23. Este evento no debe confundirse con el segundo vino agrio que se le dio al Señor después de que fue crucificado y poco antes de su exhalación y que es mencionado en todos los evangelios.

El relato en Mateo menciona que a Jesús se le ofrecio vino mezclado con “hiel”, mientras que el relato de Marcos dice que era vino con “mirra”, lo cual normalmente se entiende como una sustancia totalmente diferente a la hiel.

QUÉ FUE ESA “HIEL”

Se han presentado muchas teorias sobre qué significa “hiel” exactamente en el texto de Mateo; desde decir que era “Bilis”, a un narcótico herbal. La palabra griega utilizada en Mateo es χολή, y para este caso es imprecisa; sin embargo, por contexto, se ha identificado con una sustancia amarga que puede haber servido para aliviar el dolor, probablemente "ajenjo" (Proverbios 5: 4; Lamentaciones 3:15), una planta utilizada hasta estos días como una sustancia "similar a la anfetamina" que funciona en el sistema nervioso central y puede aumentar la resistencia al dolor, entre otras cosas.

Debido a que el ajenjo también puede producir un olor agradable a pesar de la amargura de su sabor crudo, algunos han teorizado que Marcos lo llama "mirra", refiriéndose al olor aceptable del ajenjo usado en el vino, y que Mateo lo llama "hiel", debido a la Amargura de su sabor.

Sin embargo, todos están de acuerdo en que era ofrecido como un acto final de misericordia, para aliviar en cierto modo el dolor de aquellos  condenados a muertes muy traumaticas como la crucifixión.

QUÉ ES “MIRRA”

La mirra por otro lado, es una resina extraída de la planta Commiphora, con un fuerte olor dulce y sabor muy amargo, incluso más que el ajenjo, y que también posee un poder analgésico más fuerte que este.

CONCLUSION

Teniendo en cuenta todas las hipótesis, lo más probable es que al Señor Jesús, como último acto de misericordia, se le ofreció "posca", un vino amargo y barato mezclado con mirra real para embotar sus sentidos al dolor y al estrés. Dado que la mirra cumple todas las características y el propósito de la sustancia en estudio, es posible que la palabra "χολή" utilizada por Mateo y traducida como "hiel", solo se refiera al sabor amargo, "como la bilis" de la Mirra.

Jesús aceptó probarla para cumplir la profecía del Salmo 69:21, pero la rechazó inmediatamente despues.

Jesús aceptó voluntariamente su sufrimiento y decidió soportar hasta el último espasmo de dolor en pleno control de sus sentidos. De esa manera su sacrificio fue ofrecido limpio, completo y sin adulterar.

Omar Flores.


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