DISTINGUIENDO LO HUMANO DE LO DIVINO



Hace unos días vi un video donde al azar una mujer católica se acercó a un ministro evangélico y comenzó a confrontarlo sobre algunas críticas religiosas que había hecho acerca de un santuario. Durante la discusión, el ministro evangélico dijo que la devoción mostrada por la gente en este santuario no tenía ninguna garantía bíblica, como tampoco lo tenía el uso de velas, túnicas o rosarios.

DOCTRINA Y COSTUMBRES

En las afirmaciones postuladas por el ministro evangélico sobre el uso de velas y túnicas entre otras cosas, también se mencionó que estas cosas se agregaron al cristianismo en los tiempos de Constantino y que fue este tipo de "sincretismo" lo que terminó por corromper el cristianismo hasta la Reforma.
Sin embargo, estas afirmaciones pasan por alto dos conceptos importantes, Doctrina y Costumbres, y sus diferentes origenes y propósitos.

El cristianismo tal como lo conocemos hoy en día, es una amalgama de una serie de cosas que se consideran divinas y otras de origen humano. Algunas de estas están tan mezcladas que son indistinguibles el uno del otro a simple vista y esto se puede tomar, como en el caso de este pastor, como que consideramos todas estas cosas de origen "divino".

DOCTRINA, es todo el depósito de Fe entregado a la Iglesia por los Apóstoles.  Estos Dogmas de origen divino e infalibles, no pueden ser alterados por nadie jamás. Estas doctrinas reveladas, infalibles e inerrables, son inmutables y se encuentran en las Escrituras.

Solo pueden ser explicadas o definidas, pero nunca incrementadas o disminuidas. Ejemplos de esto son la doctrina de la Trinidad, la divinidad de Jesús y el Espíritu Santo, la concepción virginal de Jesús, su resurrección, su segunda venida, el juicio final, la vida eterna, los sacramentos, etc. La mayoría de ello esta contenido en el Credo pero no limitado a este .

La doctrina está compuesta de conceptos y prácticas que no se pueden alterar y seguirán siendo los mismos hasta la Segunda Venida.

COSTUMBRES son de origen humano y posterior, adoptadas con la aprobación de Dios a través de la decisión unánime de la Iglesia viviente. Estas costumbres que incluyen el uso de velas, túnicas, imágenes, incienso, los cánones, etc. fueron adoptadas para mantener la uniformidad en toda la Iglesia universal y para proteger la integridad y la dignidad de la doctrina. Pueden ser alteradas según los tiempos y lugares, y ser reemplazadas por otros nuevas en un momento dado, sin embargo, como fueron establecidas por la autoridad de la Iglesia, cualquier cambio temporal de estas debe ser hecho bajo autoridad del mismo tipo y solo para el sector que les corresponde.

ULTIMA PALABRA

La salvación no depende de las costumbres humanas de la Iglesia, por más antiguas que sean; sino de la pureza de la doctrina; y esto, no por capricho de alguien, sino porque la doctrina pura muestra el camino al Cielo, y debe mantenerse clara y visible para ser seguida.

Omar Flores

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