ACERCA DE LA IDOLATRIA COMERCIAL


A medida que la economía mundial se vuelve más difícil, no es inusual ver a muchas personas con educación profesional que realizan trabajos no calificados y muy por debajo del estándar de su educación. Médicos y contadores que trabajan como empleados, maestros de escuela que trabajan como tutores independientes y artistas profesionales que trabajan como taxistas o repartidores de pizza.

Si bien todo trabajo es digno y la forma en que Dios nos proporciona una ocupación sostenible, y todos tienen un papel en el funcionamiento de la sociedad, las actividades comerciales independientes también han sido una atracción rentable para muchos, brindando la oportunidad de mayores ingresos y horarios flexibles en comparación con trabajar para alguien más; y asi, el establecimiento de tiendas de descuento y abarrotes se ha extendido ampliamente.

El problema para el cristiano surge cuando él o ella se ven expuestos a la venta de artículos inapropiados que pueden pasar desapercibidos.

Obviamente, la venta de preservativos, cigarrillos e ídolos está totalmente en contra de los principios del cristianismo. Todo tipo de anticonceptivos, desde condones hasta píldoras; todo tipo de sustancias y artículos para fumar ; y la venta de estatuas o imágenes de dioses paganos, como Buda, Krishna, Ganesh, Santa Muerte, Jesús Malverde o cualquier otro; constituyen un pecado grave contra Dios.

Pueden venir como parte del paquete de suministros que reciben o solicitados por la comunidad en la que operan; pero el satisfacer estas demandas, nos hace partícipes de la corrupción que estos promueven.

Un cristiano activo que vive de acuerdo con la voluntad de Dios, debe asegurarse de que él o ella no esté vendiendo sustancias intoxicantes, incluso cuando estas sean legales; deben asegurarse de no interferir con la concepción natural de la vida humana; y que apoyar a otros seres humanos a cometer idolatría o brujería, vendiendo ídolos.

Puede que necesitemos mucho el dinero, pero debemos obtenerlo de manera digna para que podamos saber que proviene de Dios. Podemos estar luchando gravemente, incluso para el peligro de perder nuestras propias vidas o la vida de alguien que amamos; pero debemos confiar en Dios, el Dador y Sustentador de la Vida, y no en el dinero.

La tentación de lidiar con artículos prohibidos puede asaltarnos de vez en cuando, pero al renunciar a ellos, muestra nuestra fe y dedicación a Dios, y es un testimonio viviente de su realidad, y no una creencia vacía.

Si vivimos de acuerdo con nuestra fe, y la gente ve eso, incluso cuando eso nos cause pérdida económica o estrés; estarán convencidos de que nuestro Dios es real para nosotros, hasta le punto de poder sacrificar cualquier cosa por Él, incluso nuestras vidas; y pueden ser movidos para descubrir mas de nuestro Dios.

Debemos recordar siempre que, incluso cuando nos ganemos la vida a través de nuestro propio trabajo; el querer y la posibilidad de hacerlo proviene directamente de Dios, y ciertamente no es gracias a nuestro propio deseo, porque no controlamos nuestra vida ni la oportunidad de venderla.

La vida cotidiana es un lugar constante de prueba, y es a través de esta prueba que podemos demostrarnos a nuestro Dios cuánto lo amamos y cuán importante es en nuestras vidas, pero el acceder a ellos, es negarlo ante el mundo entero.

Por lo tanto, todos los que Me confiesen ante los hombres, también los confesaré ante Mi Padre en el cielo. Pero quien me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de Mi Padre que está en los cielos.
Mateo 10: 32-33

Omar Flores.


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