AHI ESTOY EN MEDIO DE ELLOS


 

DONDE UNO O DOS ESTAN REUNIDOS EN MI NOMBRE, AHI ESTOY YO EN MEDIO DE ELLOS

15 Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.

16 Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA DE DOS O TRES TESTIGOS.

17 Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos.

18 En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

19 Además os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.                                                                                            20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

MATEO 18:15-20

COMENTARIO

Esta es una confirmación de la promesa que nuestro Señor Jesús hizo inicialmente a Simón cuando cambió su nombre a Petros (Pedro = Piedra) en el capítulo 16: 16-19 del mismo evangelio. Cuando nuestro Señor Jesús le dio las 'Llaves del Reino de los Cielos' a Pedro porque fue el primero en confirmar oficialmente su título de Mesías e Hijo de YHWH; ahora Jesús da esta misma Llave también a toda la congregación de creyentes, quienes, al igual que Pedro, comparten la misma creencia en Jesús como Hijo de Dios.

Jesús nos da aquí el ejemplo de como un cristiano debe instruir a otro hermano que está equivocado o ha cometido un error.

Primero, en privado y con discreción, debe tratar de hacer ver al hermano su propio error, animándolo a que se arrepienta y corrija; si no, entonces con la ayuda de uno o dos más, para ver si esto puede llevarlo a razonar. La etapa final es denunciar a la persona equivocada ante toda la comunidad para que la opinión de todos sirva de luz al hermano o hermana equivocado. Si finalmente el pecador persiste en su error, entonces la congregación local debe expulsarlo de la comunidad lo que implica cortar su participación en los sacramentos, y considerar a esa persona como un incrédulo, hasta que se arrepienta (1Cor 5: 5).

Como confirmación de este poder, el Señor Jesús pronuncia las mismas palabras que en dos capítulos antes le dijo a Pedro:

“Todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo” (Mateo 16:19; 18:18)

Porque donde dos o más se unen en su Nombre, Él estaría allí en medio de ellos, es decir, donde hay dos o mas personas reunidas en Nombre de Jesus, ahi hay una Iglesia plena, en cada comunidad de creyentes, con iguales poderes entre ellas, de manera independiente y en su conjunto a nivel universal. . Y en virtud de que Jesús está entre nosotros, Dios el Padre siempre estará allí para escuchar nuestras súplicas.

Omar Flores.

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