EL
GÉNESIS CALDEO
Entre los eruditos bíblicos, este término se usa
para describir la narrativa babilónica de la creación, que se asemeja mucho a
la narrativa judía de la creación del mundo, la humanidad, el diluvio universal
y otros detalles. (1)
Se estima que la narrativa babilónica en sí tiene
alrededor de 1000 años, y es una adaptación de una narrativa mitológica sumeria
más antigua que supera el milenio.
La narrativa de la creación se conoce como
"Enuma Elis" y está contenida en varias tablillas de arcilla,
escritas en escritura cuneiforme antigua, y consideradas por los eruditos
modernos como los textos base que los sacerdotes judíos usaron para diseñar la
versión moderna de la historia de la creación del Génesis.
LA NARRATIVA BABILONICA Y EL GÉNESIS JUDIO
Aunque muchos han oído hablar de la leyenda de
Gilgamesh, y su influencia atribuida sobre el relato bíblico de la creación, la
verdad es que la persona promedio, creyente o no, se sorprendería al comparar
las narrativas de los relatos bíblicos y babilónicos por su similitud.
La historia de Babilonia tiene muchos paralelos con
el Génesis judío, con las variantes de tener la participación de dioses
menores. Contiene una historia entremezclada sobre ellos y su lucha constante
por supremacía, incluida la caída de Admi, el primer hombre y su esposa,
corrompido por un "dragón" para que no obedeciera a los dioses (2).
Estas y muchas otros puntos similares, además de la
llegada de la "Edad de la Razón", que situo la creación del Génesis
alrededor de 600 años antes del nacimiento del Señor Jesús, contribuyó a la
idea de que nuestro Génesis es una adaptación humana de las leyendas paganas al
monoteísmo judío preexistente.
CÓMO DEBEN TOMAR ESTO LOS CRISTIANOS
En primer lugar, debemos admitir que creer en Jesús
de Nazaret y su evangelio es un regalo de Dios y un desafío constante de permanecer
fieles a Él.
(Mateo 24:13; Efesios 2: 8).
Como hombres y mujeres de fe, creemos que las
Escrituras, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, son inspiradas por Dios,
infalibles e inerrables, y esto nos lleva a rechazar cualquier sugerencia de
"copia o adaptacion" de fuentes paganas como escritura sagrada.
Los babilonios no crearon estas historias, las heredaron
de la antigua mitología mesopotámica que se remonta a las civilizaciones Acadias
de Sumeria, e incluso antes de ellas. De hecho, todos los estudiosos coinciden
en que el origen de estas historias paganas se pierden en el tiempo, hace más
de 5000 años (3).
No rechazamos que la version actual del Torá nos
haya llegado del judaísmo posbabilónico; lo que objetamos es que estas
historias sean adaptaciones de fuentes paganas. Sería tan ridículo como decir
que el cristianismo nació de Constantino.
Los judíos fueron llevados cautivos siendo un reino
organizado, con una sofisticada religión templaria que obedecía a una serie de
leyes atribuidas a Moisés y sus escritos. Si el Torá, la parte más importante
de esta religion, no hubiera existido antes de su cautividad, el judaísmo no
podría haber tenido el nivel de cohesión para mantener un imperio durante la
época de David y Salomón. Más aún, el pueblo judío no habría aceptado variantes
de lo que consideraban verdad, y ciertamente no inventos o adiciones de última
hora.
La historia de la creación era conocida por todos
los humanos antes del evento histórico de la Torre de Babel y pasó como
tradición a todas aquellas naciones que se desarrollaron a partir de estas
familias iniciales, que a su vez se mezclaron con leyendas locales y se
adaptaron a su propio entorno geográfico. Por eso, incluso en lugares lejanos
del mundo, estas mismas historias ocurren, como el proceso de creación, o el
diluvio universal, tanto en la América precolombina, como en el Lejano Oriente
y el sur de África.
Todas las personas, pero especialmente las naciones
de Mesopotamia, heredaron las historias de sus antepasados y
quedaron grabadas como "leyendas" en la mitologías posteriores a Babel,
que finalmente enfrentaron
a los judíos
que fueron llevados cautivos.
El Enuma Elis, así como la historia de Gilgamesh, y
muchas más, son las mismas historias bíblicas, recibidas por tradición y
distorsionadas por estas naciones paganas, y no las historias bíblicas tomadas
de estas leyendas paganas en absoluto.
Los judíos recompilaron sus escrituras antes de su
regreso a Israel bajo el gobierno de Ciro, a partir de fragmentos y tradiciones
orales, todas prevenientes de Moisés, mantenidas vivas dentro del seno de las
familias judías cautivas.
La identificación de nuestras Escrituras con una
religión pagana y demoniaca, es un complot internacional diseñado para la
destrucción del cristianismo, quitando cualquier origen divino a nuestra fe.
Es importante estar consciente de esto y combatirlo
desde donde estemos.
Omar Flores.
(1) George
Smith, The Chaldean Account of Genesis, 1876.
(2) Smith,
Chaldean Account, Ch.5.
(3) Samuel
Noah Crammer, The Sumerians: Their History, Culture, and Character, 1963.
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