LA
TRANSFIGURACION DE JESUS
2 Seis días después,
Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte, solos, a un
monte alto; y se transfiguró delante de ellos;
3 y sus
vestiduras se volvieron resplandecientes, muy blancas, tal como ningún
lavandero sobre la tierra las puede emblanquecer.
4 Y se les
apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.
5 Entonces
Pedro, interviniendo, dijo a Jesús:
“Rabí, bueno es
estarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra
para Elías.”
6 Porque él no
sabía qué decir, pues estaban aterrados.
7 Entonces se
formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube:
“Este es mi Hijo
amado; a El oíd.”
8 Y enseguida
miraron en derredor, pero ya no vieron a nadie con ellos, sino a Jesús solo.
MARCOS
9:2-8
COMENTARIO
Seis días después
de la predicción de su muerte (Mt 16,24; Mc 8,31), y ocho días, incluido el dia
la profecía de la muerte del Señor (Lc 9,21), Jesús llevó a sus apóstoles más
cercanos, Pedro, Santiago, y Juan a una montaña alta para manifestarles su
realidad espiritual, de ser no solo el Mesías, sino tambien el Hijo divino del
Dios de Israel y el Universo.
El Señor Jesús
debió haber comenzado a orar, como siempre, porque el evangelio de Lucas nos
dice que los discípulos estaban cansados y
con sueño
(Lc 9, 32); pero pronto fueron despertados por la aparición de quien en su
espíritu, por el testimonio del Espíritu Santo, sabían eran el Legislador
Moisés; y Elías, el profeta.
Solo Jesús, no Moises
ni Elias, se transfiguraron de una apariencia humana a un resplandor blanco tan
fuerte como nadie ha visto nunca. No solo sus ropas, sino también su físico, tomaron
un estado glorificado (Lc 9:29 ) mostrando claramente su superioridad sobre la
Ley Judía y los Profetas. Esta transfiguracion mostraba al glorioso Jesús por
encima de la autoridad de la Torá y por encima de la naturaleza humana de dos
de los miembros más sublimes de la religión judía, Moisés y Elías.
Al transfigurarse
durante su vida terrenal, y no después de su resurrección, Jesús no solo
demostró que contaba con el favor de Dios, sino también que su Gloria no fue adquirida,
ni dada como recompenza, como los humanos experimentaran despues de la
resurreccion y glorifcacion del cuerpo, sino que era una gloria propia, existente
y permanente, pero invisible a los ojos comunes, escondida detras de su humanidad.
Su gloria era
mayor que la de Moisés y Elías, aunque estos estaban en la presencia de Dios,
pero era más alta y mejor que la de ellos, porque la naturaleza de Jesús era
más alta que la humana.
Apoyando esta
gloriosa visión, el Señor Dios YHWH encerró la Gloria de nuestro Señor en una
nube, y desde esa nube habló a los discípulos, de la misma manera que habló
durante el bautismo de Jesús, y dijo:
“ESTE ES MI HIJO
AMADO; ESCÚCHADLE A ÉL."
Confirmando que
la gloriosa visión que acababan de ver, era una visión concedida por Dios; el mismo
Dios que conocian desde la infancia, y por lo tanto, era digna de confianza.
En la
Transfiguración, los apóstoles vieron no solo la autoridad que Jesús tenia
sobre la Ley y los Profetas, como el Hijo de Dios, sino también su divinidad.
Omar Flores.
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