EL QUE ME QUIERA
SERVIR, DEBE SEGUIRME
20 Y había unos
griegos entre los que subían a adorar en la fiesta; 21 éstos, pues, fueron a
Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos
ver a Jesús. 22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés; Andrés y Felipe fueron y se
lo dijeron a Jesús.
23 Jesús les
respondió, diciendo:
“Ha llegado la hora
para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24 En verdad, en
verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él
solo; pero si muere, produce mucho fruto.
25 El que ama su vida
la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida
eterna.
26 Si alguno me
sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si
alguno me sirve, el Padre lo honrará.”
JUAN 12:20-26
COMENTARIO
Un grupo de gentiles
conversos al judaísmo vino a ver al famoso Mesías del que todos testificaban.
Parece que la fama de nuestro Señor Jesús se había expandido tanto, no solo en
Judá y Samaria, sino también en las tierras fronterizas de los gentiles,
árabes, asirios y latinos y helénicos europeos.
Aunque eran conversos
y circuncidados al judaísmo, su lengua materna no era el hebreo sino el griego,
y leían la versión griega del Tanak en sus prácticas devocionales, pero no
litúrgicas, donde se usaba el hebreo. Parece que se acercaron a Phillip, que
nació y se crió en la parte norte de la tierra ocupada por los judíos,
Betsaida, en estrecho contacto con los Sirofenicios del noroeste, la actual
Turquía y el Líbano. Lo más probable es que sintieran más afinidad con Phillip,
o él podria hablar griego con ellos.
Habían oído hablar
del Señor Jesús de donde venían y habían aprovechado la oportunidad para
visitarlo, ahora que estaban en la tierra donde Jesus vivia.
Dado que eran
admitidos en el templo para el culto, se supone que su presencia estaba
permitida litúrgicamente en las casas judías, por lo que esta no debe ser la
razón por la que el mismo Felipe no fue a hablar con Jesús sobre ellos y fue al
hermano de Pedro. Debe haber sido una sorpresa y una desconfianza natural por
parte de Felipe. Pero juntos fueron a ver a nuestro Señor y Él admitió la
visita, pero no antes de explicar el significado de esto.
Jesús comparó su vida
terrenal a una semilla de trigo, y cómo, solo muriendo fructifica y se
multiplica.
La vida de Jesús fue
la misma. Necesitaba sacrificar su humanidad en el sacrificio expiatorio de la
Cruz, para poder salvar a muchos, quienes deseaban acudir a Él en busca de
perdón y salvación. No podría hacerse de otra forma.
Pero también exigió
lo mismo a sus seguidores.
Las personas que
quisieron seguir a Jesús, deben vivir como Él vivió y unirse a Él, en el
sacrificio de sus vidas, negándose a sí mismos por la Gloria de Jesús.
El Señor Jesús dijo
claramente que "el que quiera servirle, debe seguirle"; es decir,
vivir de acuerdo con su voluntad y mandato. Y quien lo siga de esa manera, será
recompensado al terminar dentro de la Gloria de su Maestro.
Esto fue dicho ese
día, para todos, judíos y gentiles que vinieron a verlo.
Omar Flores.
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