JESUS EL BUEN PASTOR
11 Yo soy el buen
pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.
12 Pero el que es un
asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo,
y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
13 El huye porque
sólo trabaja por el pago y no le importan las ovejas.
14 Yo soy el buen
pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen, 15 de igual manera que el
Padre me conoce y yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
16 Tengo otras ovejas
que no son de este redil; a ésas también me es necesario traerlas, y oirán mi
voz, y serán un rebaño con un solo pastor.
17 Por eso el Padre
me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.
18 Nadie me la quita,
sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo
autoridad para tomarla de nuevo.
Este mandamiento
recibí de mi Padre.
JUAN 10:11-18
COMENTARIO
Este discurso fue
motivado para la discusión entre judíos sobre que bajo cual autoridad nuestro
Señor Jesús sanó al ciego de nacimiento en Juan 9.
Algunos fariseos
atribuyeron el poder sanador de Jesús a los demonios, mientras que otros decian
que los demonios, jamas pueden hacer el bien a nadie, apoyando asi el origen
divino de este milagro, y por lo tanto, del ministerio de Jesús (Juan 9: 31-34;
10: 19-21).
Ante esta disputa,
Jesús levanto el velo de la elección y la predestinación.
Dijo abiertamente que
Él es el Buen Pastor, y que a diferencia de los pastores asalariados pagados,
refiriéndose a los fariseos y sacerdotes del templo; No abandonaria a sus
ovejas, porque es dueño de ellas, implícitamente, revelando su divinidad, ya
que solo Dios es dueño de los humanos.
(Juan 10: 12-13).
Jesús se presenta a
sí mismo como sosteniendo la preocupación de Dios por la salvación de la
humanidad, y no solo como un profeta o anciano de Dios, que después de todo
sería un ministro, un hombre designado para cuidar del rebaño de Dios. Jesús se
puso a sí mismo como dueño de tal rebaño, pero también, declarando su amor por
todos nosotros, al dar su vida en nuestra defensa.
Pero también agregó,
que sólo los que son "suyos" conocen su voz (Juan 10: 3, 5) y lo
siguen; pero no la voz de extraños (Juan 10: 5). Esto se refiere a los
elegidos; los elegidos por Dios para la salvación antes de la creación del
mundo (Romanos 8: 29-30), y cómo "conocen su voz" y lo siguen. ¿Cómo
puede un hombre conocer la voz de alguien a quien nunca ha conocido antes? Por
supuesto, a menos que esta voz haya sido programada en el espíritu de cada
elegido y en el momento adecuado, se despierta cuando el verdadero Pastor los
llama por su nombre (Juan 10: 3) porque se conocen entre sí.
Por eso, algunas
personas escuchan y creen en Jesús en diferentes momentos y no siguen a otros leaders
religiosos, que no son de Dios. Otros, como las personas que atribuyeron el
poder del Señor a los demonios, no son de su rebaño, no son de los elegidos y
nunca vienen a Cristo, y su condenación es segura.
Pero Jesús no se
detiene ahí.
También dijo que
tenía otras ovejas que no eran de 'este' redil (en Jerusalén), y que El iria a
buscar, en referencia a todos los judíos que estaban en la diáspora, en otras
naciones y los no judíos (Juan 11: 51-52), todos unidos en un solo rebaño, en
su aceptación de Jesús como el Mesías, Hijo de Dios y Señor
(Romanos 11:25;
Efesios 2:13; 1Pedro 2:25).
En los dos últimos
versículos (v.17-18), Jesús dice que es bajo el mandato del Padre que Él está
listo para dar su vida como expiación por el perdón de los pecados de todos
aquellos que reclaman el perdón, en el Santo Nombre de Jesús, a Dios el Padre
(Romanos 5: 8; Colosenses 2:14; 1Pedro 2:24). Pero también nos dice que nadie
le quita la vida, sino que es Él quien la da (Juan 10:18); lo que significa no
solo que no merecia morir en la cruz, o que Dios permitió que fuera capturado; sino
que era inmortal.
Siendo Jesús el Nuevo
Adán, fue concebido sin pecado y en un estado edénico, incapaz de envejecer,
enfermarse o morir.
Jesús era inmortal,
es decir, como Adán antes de la caída, en circunstancias normales, su cuerpo no
se deterioraria ni dejaria de existir.
Cuando Jesús fue
clavado en la Cruz, resistió la tortura y los malos tratos que podrían haberle
causado una insuficiencia cardíaca, y el sudor de sangre en Getsemaní lo
atestigua. Sin embargo, ni las heridas, ni la pérdida de sangre, ni el estrés
hicieron que muriera.
Dios no podía
permitir que la salvación de la humanidad, nacida de su propio propósito y
decisión, se sometiera al fracaso físico humano. ¿Qué pudo haber pasado si
Jesús moria antes de ser clavado en la cruz?
Jesús no tuvo una
muerte casual.
Jesús murió para
pagar por TODOS los pecados de la humanidad. Obviamente, había una duración y
un proceso que seguir antes de que todo se completara. Es por eso que una vez
que hubo pagado por todos los pecados, tanto en la intensidad del sufrimiento
como en la duración de la agonía, gritó: “ESTA TERMINADO” (Juan 19:30), y de
buena gana decidió cómo y cuándo exhalar, y solo entonces, decidió morir, y así
lo hizo.
Porque ese fue el
mandato del Señor YHWH.
Omar Flores.
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