QUIEN SERA EL MAYOR
33 Y llegaron a
Capernaúm; y estando ya en la casa, les preguntaba: ¿Qué discutíais por el
camino?
34 Pero ellos
guardaron silencio, porque en el camino habían discutido entre sí quién de
ellos era el mayor.
35 Sentándose,
llamó a los doce y les dijo:
“Si alguno desea
ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos.”
36 Y tomando a
un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en sus brazos les dijo:
37 “El que
reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a
mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me envió.”
MARCOS
9:33-37
COMENTARIO
Es obvio que los
apóstoles no entendieron la naturaleza espiritual del ministerio de nuestro
Señor Jesús.
Ellos
entendieron sus enseñanzas espirituales, pero aún tenían en mente la imagen
terrenal de un Mesías judío.
Todas las
enseñanzas morales de Jesús las tomaron como preparación para un gobierno
humano teocrático justo. Nunca esperaron el nacimiento de una religión. Es por
eso que el versículo 32 nos dice que no entendieron las profecías de Jesús
acerca de su pasión, muerte y resurrección, y permanecieron sin comprender
porque sintieron que deberían haber sabido lo que no sabían para entonces, y
por lo tanto tenían miedo de preguntar abiertamente.
En este tipo de
mente, disputaron entre ellos sobre quién sería la mano derecha del Señor
durante su reino terrenal.
Conociendo esto
la mente omnisciente de Jesús, respondio abiertamente a la ansiedad de sus
amados discípulos. (v. 33-34).
Jesús dijo que
la grandeza celestial no se logra en la ambición de los hombres por prestigio y
poder; sino en la humildad del servicio mutuo. El que más sirva, en el Nombre y
amor de Dios, a sus hermanos, sería honrado por Dios por sobre todos, porque
habría demostrado el mayor amor y desapego en beneficio de muchos, en lugar del
propio.
Esta
demostración de amor, sería una imitación de Cristo, quien estaba a punto de
sacrificar su vida en beneficio de muchos, y así, en su humanidad creada, sería
exaltado al más alto honor a los ojos de Dios Padre.
(Apocalipsis
5:13; Filipenses 2: 6-8).
Para ilustrar
esto, nuestro Señor Jesús llamó a un niño, y dijo, que quien recibe a un niño,
en su Nombre (el de Jesús), recibe a Dios; demostrando así que el valor
personal entre los cristianos no esta basado en nuestro propio valor, sino en
Dios, quien nos llamó, nos salvó y nos envió; y en cuánto revelamos su imagen
en nosotros mismos.
Omar Flores.
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