LA VISITA DE LOS MAGOS
Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos
del rey Herodes, he aquí, unos magos del oriente llegaron a Jerusalén,
diciendo: 2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su
estrella en el oriente y hemos venido a adorarle.
3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda
Jerusalén con él. 4 Entonces, reuniendo a todos los principales sacerdotes y
escribas del pueblo, indagó de ellos dónde había de nacer el Cristo. 5 Y ellos
le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta:
6 “Y tu, Belen, tierra de Juda, de ningun modo
eres la mas pequeña entre los principes de Juda; porque de ti saldra un
gobernante que pastoreara a mi pueblo Israel.”
7 Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se
cercioró con ellos del tiempo en que había aparecido la estrella. 8 Y
enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al Niño; y cuando le
encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore.
9 Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la
estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y
se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño.
10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron
sobremanera con gran alegría. 11 Y entrando en la casa, vieron al Niño con su
madre María, y postrándose le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron
obsequios de oro, incienso y mirra.
12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que
no volvieran a Herodes, partieron para su tierra por otro camino.
MATEO 2:1-12
COMENTARIO
Mateo elabora sobre los eventos iniciales en la vida
de Cristo. La visita de los Magos y el sacrificio de los niños por Herodes el
Grande son algunos de ellos, y los más polémicos.
Los historiadores seculares modernos y algunos
eruditos "cristianos" atribuyen estas dos narrativas a adiciones
posteriores no apostólicas alrededor del siglo II. Argumentan esto, porque la
mayoría de las fuentes seculares dan la vida de Herodes entre el 12 AC y el 4
AC; lo cual cae fuera del tiempo de la vida de Jesús.
Otra minoría de historiadores, como W.E. Filmer y
Andrew Steinman sostienen que la muerte de Herodes se produjo entre el 1AC y el
1DC, que coincidiría con el nacimiento de Jesús.
Pero independientemente, mientras la ciencia falible
discute una decisión, los cristianos falsos se inclinaran a decir que el
evangelio de Mateo está corrompido con estas adiciones, negando la visita de
los magos y la matanza de inocentes como leyendas. Mientras que los verdaderos
cristianos estariamos decididos a apoyar el relato bíblico divinamente revelado
y dejar la Historia a un lado en este tema, pues parece estar equivocada.
El apóstol Mateo se tomó el tiempo de mencionar
nombres, para establecer la evidencia histórica de su relato. En este caso, un
número indeterminado de Magos, o sacerdotes zoroástricos de Irán, vinieron a
visitar al anunciado Rey de los Judíos, cuyos signos de su nacimiento habían
notado al observar las estrellas y tener un conocimiento previo de las
creencias judías. Esto no debería sorprendernos porque desde el cautiverio
babilónico, el conocimiento del judaísmo y el Tanaj se había extendido por todo
el mundo conocido, y especialmente entre aquellos que estaban dedicados a la
religión.
Deben haber sido hombres justos, según la luz de su
conocimiento (Romanos 2: 15-16), porque creyeron y siguieron la estrella que
los guió primero a Jerusalén y luego a la casa donde vivía la Sagrada Familia,
algún tiempo después su nacimiento, muy probablemente después de dos años
(Mateo 2:16).
Los Magos, no vinieron a ver al Hijo de Dios en su
naturaleza divina, sino al Mesías humano, Rey de Israel; y le dieron presentes
dignos de rey:
Oro, como muestra de respeto.
Incienso, como perfume para su dignidad real;
y Mirra, para el día de su unción como Rey y Mesías.
Le rindieron homenaje y les dieron estos presentes,
sin saber que proféticamente lo habían reconocido como Rey, Dios y Hombre.
Oro, como rey.
Incienso, por su divinidad;
Y Mirra para el día de su muerte.
Sin embargo, quien se encuentra con Dios cara a
cara, nunca vuelve a ser el mismo. Si vemos a DIOS PADRE, morimos; pero si
vemos el rostro humano visible de Dios, en Cristo, nuestra alma se enfrenta a
su Creador, y siempre se experimenta un cambio por la fuerza del encuentro. En
este caso, los Magos cambiaron en sus almas y nacieron de nuevo
espiritualmente, y solo entonces podremos apreciar a Dios guiándolos a no
regresar a Herodes, sino a salvar al Rey del Universo, regresando de una forma
diferente a través del desierto.
Este día, estos Magos se convirtieron a nuestro
Señor Jesús, quien era un niño pequeño, y regresaron a sus tierras para
compartir las buenas nuevas con su propia gente.
Omar Flores.
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