LAS
LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS
Después de que Jesucristo llamó a Simón, Petros
(Piedra), y dijo que edificaría su Iglesia sobre la declaración de Simón, de que
Jesús era el “Mesías y el Hijo de Dios”; la narración de Mateo 16, continúa
diciendo que Jesús también le dijo a Simón:
“Δώσω σοι τὰς
κλεῖδας
τῆς
βασιλείας τῶν οὐρανῶν,
καὶ
ὃ
ἐὰν
δήσῃς
ἐπὶ
τῆς
γῆς
ἔσται
δεδεμένον ἐν τοῖς
οὐρανοῖς,
καὶ
ὃ
ἐὰν
λύσῃς
ἐπὶ
τῆς
γῆς
ἔσται
λελυμένον ἐν τοῖς
οὐρανοῖς.”
“Te daré las llaves del reino de los
cielos, y todo lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo
que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”.
Mateo 16:19
¿CUÁLES SON ESAS LLAVES?
Ha sido costumbre entregar las llaves de una mansión
únicamente al Mayordomo, u otro criado con poder sobre los demás empleados, y
responsable únicamente ante el dueño de las llaves junto con la mansión.
Asimismo, ha sido un uso político entregar las
“Llaves de la Ciudad” a determinados bienhechores ilustres, en señal de
agradecimiento y reconocimiento al servicio prestado; y como signo de una
invitación permanente a acudir siempre que lo desee a la ciudad. Alegóricamente,
él homenajeado tiene ahora las llaves para 'abrir la ciudad' y ‘entrar’ a ella
a voluntad.
Implica autoridad. Y en el caso de Pedro, las Llaves
del Reino de los Cielos, eran una autoridad.
Una autoridad que confirió a Pedro la capacidad de
dejar entrar o impeder el entrar en el Reino de Dios.
Nunca se escuchó que tal autoridad fuera conferida a
los hombres, y ahora el Hijo de Dios estaba confiriendo parte de su propia
autoridad a Pedro, para permitir o impedir que la gente entrara al Paraíso
(Juan 20:21-22).
Pero en qué consistía exactamente tal autoridad, se
puede ver en las palabras que siguieron inmediatamente:
"... καὶ
ὃ
ἐὰν
δήσῃς
ἐπὶ
τῆς
ῆῆς
ἔσται
δεδεμένον ἐν τοῖς
ὐὐρανοῖς,
καὶ
ὃ
ἐὰν
λύσῃς
ἐπὶ
τῆς
ῆῆς
ἔσται
λελυμένον ἐν τοῖς
ὐὐρανοῖς."
“…y todo lo que ates en la tierra será
atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los
cielos.”
(Mateo 16:19)
Aquí, la palabra 'καὶ'
(y) sirve como un vínculo gramatical entre el sujeto (Las llaves) y la función
de las mismas (Atar y desatar).
La Escritura no enseña que las 'Llaves del Reino'
dadas a Pedro, eran la autoridad para 'atar y desatar'. La autoridad para
pronunciar juicio doctrinal y moral con la autoridad de Dios.
ATAR Y DESATAR
Algunos grupos de cristianos han malinterpretado la
expresión “atar y desatar”, pensando que significa “atar” demonios y “desatar”
o liberar a los humanos de las garras del diablo. Pero ese es un significado
totalmente opuesto a lo que significa 'Atar y soltar'.
La expresión era común desde antes de la época de
Jesús, y se aplicaba a la autoridad del Sanedrín judío para dicidir casos de
carácter doctrinal, moral y disciplinario, más allá de los cuales no cabía
apelación. Eso se hizo en virtud de la autoridad de Moisés (Mateo 23:2-3)(1).
Cuando Jesús le dio este poder a Pedro, le estaba
quitando esta autoridad a las autoridades judías y dándosela al hombre común, en
este caso Simón-Pedro.
De acuerdo entonces a la práctica establecida de
'atar y desatar' a la que también se refirió el Señor Jesús, el poder que Jesús
le confirió a Pedro fue la autoridad para pronunciar juicio sobre asuntos de
doctrina, moral y disciplina, en el Nombre de Jesús, y es entendido, según Su
voluntad, y no según el antojo de Pedro.
¿ESTA AUTORIDAD FUE DADA SOLAMENTE A
PEDRO?
Mateo 16:19 menciona la primera vez que el Señor
Jesús le da esta autoridad a su Iglesia, pero esa no es la única vez.
Debido a la creencia correcta de Pedro acerca de la
persona de Jesús, como el Mesías Divino, él llegó a recibir primero esta
autoridad, pero no fue el único.
JESÚS tomó todo del establecimiento judío.
DIOS la había instituido, como religión corporativa,
pero ahora, su amado Hijo, la desmanteló.
Jesús tomó la corona de David, y tomó de todos ellos
el Trono de Israel (Lucas 1:32-33)
Jesús se impuso sobre los mandamientos divinos
(Mateo 12:8)
Jesús les quitó el sacerdocio
(Hebreos 7:14,21-22)
Jesús les quitó el Templo (Juan 4:21,23)
Y AHORA, JESÚS tomó su autoridad exclusiva y se la
dio a su Iglesia, lo mismo que el sacerdocio y el culto del Templo.
Así como el Señor Jesús abrió el sacerdocio real a
todos los creyentes (1 Pedro 2:9), y estableció el nuevo Templo en ellos (1
Corintios 3:16), ahora Jesús le dio a toda su Iglesia la autoridad para 'Atar y
Desatar' con autoridad divina; autoridad que hasta entonces era una
prerrogativa sólo del Consejo Supremo Judío.
AHORA la Iglesia de Cristo podría hacer
pronunciamientos oficiales sobre temas doctrinales, morales y disciplinarios; y
pronunciar la absolución oficial de pecados, así como negarse a absolver en
caso de manipulación impenitente (Juan 20:22-21).
En Mateo 18, Jesús extiende esta autoridad de 'Atar
y Desatar' a toda la comunidad de creyentes, no solo a Pedro:
“Si se niega a escucharlos, díselo a la
iglesia. Y si se niega a escuchar incluso a la iglesia, sea para vosotros como
un gentil y un recaudador de impuestos. 18 De cierto os digo que todo lo que
atéis en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la
tierra será desatado en los cielos.”
(Mateo 18:17-18)
Y para confirmar que esto era dado a todo el grupo
de creyentes, y no sólo a los Apóstoles, continuó diciendo:
“Otra vez os digo que si dos de vosotros
se ponen de acuerdo en la tierra sobre cualquier cosa que pidan, les será
concedida por mi Padre que está en los cielos. 20Porque donde están dos o tres
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
(Mateo 18:19-20)
Jesus dejo en claro que dondequiera que los
verdaderos cristianos se reúnan, sin importar el número, estatus o lugar, en
libertad o cautiverio, hombre o mujer, rico o pobre, en una mega iglesia o en
un garaje, un millón o dos, JESÚS está en medio de ellos, si se reúnen bajo su
Nombre y voluntad; y por lo tanto, Su autoridad para 'Atar y Desatar' cuando se
hace de mutuo acuerdo y de acuerdo con Su Voluntad, también está con ellos.
CÓMO SE ATA Y DESATA
Es importante tener claras dos cosas antes de entrar
en detalles sobre la mecánica de esta autoridad.
1 - DIOS es el dueño de toda autoridad, incluyendo toda
autoridad delegada, como es este caso.
2 - La Voluntad de DIOS precede a toda autoridad
delegada, como cuando leemos en los pubs: “La Adminstracion se reserva el
derecho de admisión”. Del mismo modo, esta autoridad debe ejercerse según la
voluntad de Dios y nunca contra ella.
Cuando JESÚS dijo que lo mismo 'se hará en el
Cielo', se asume este principio.
Por ejemplo, en la Edad Media, los caballeros solían
obtener la absolución anticipada de los Confesores para que, una vez que
mataran niños y violaran mujeres, pensaran que ya fueron perdonados por esos
crímenes de antemano. PERO en realidad, no lo eran. Dios perdona a los
pecadores arrepentidos, no a los manipuladores, por lo que incluso cuando la
Iglesia les pronunció la absolución, esta nunca fue efectiva, porque planeaban
hacer el mal sin arrepentirse.
Un caso opuesto es la ejecución del santo mártir Jan
Huss. Cuando fue llevado para ser quemado vivo por predicar que la Iglesia no
debería ser rica y que deberían volver a la enseñanza del evangelio, uno de los
Papas de la época le negó la absolución (Había tres en ese momento), para que su
'alma arda en el Infierno' segun sus palabras literales.
Huss se encomendó a Jesús y pidió perdón, y murió
sin el consuelo de una Confesión y Absolución. En este caso, este Papa afirmó
tener autoridad divina para retener los pecados de Huss, pero este NO fue el
caso.
Jesús mandó perdonar a todos los pecadores
arrepentidos (Mateo 18:21-22), la Iglesia que ejecutó al santo Juan Huss, actuó
en contra de la voluntad expresa de Jesús, y por lo tanto, su autoridad quedó
sin efecto. Huss fue perdonado por nuestro Señor mismo, quien es el único que
tiene la autoridad suprema en el universo.
La Iglesia ejerce esta autoridad, cuando de común
acuerdo se pronuncian sobre materias doctrinales, como cuando se dice que la
Biblia es inerrable e infalible; o en cuestiones morales, como cuando condena
el aborto y el matrimonio homosexual; o disciplinaria, como cuando la Iglesia
de mutuo acuerdo pronuncia condena contra alguien que se manifiesta
abiertamente ser enemigo de Cristo y de la humanidad, ya sea por genocidio,
corrupción o persecución.
La Iglesia también puede absolver oficialmente los
pecados comunales, como el adulterio dentro de la comunidad, o el asesinato, u
otros delitos sociales que sean notorios y afecten a toda la comunidad
cristiana. En este caso, no perdonan, solo DIOS puede perdonar, pero después
del arrepentimiento y el perdón de Dios, la comunidad cristiana declara al
pecador, arrepentido y de vuelta a la vida comunitaria, levantando su culpa.
En el caso contrario, puede retener los pecados al
excomulgar a los cristianos pecadores, que promueven abiertamente la corrupción
o la pecaminosidad, como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo
o el racismo; y tenedlos así, como no arrepentidos, hasta que se arrepientan.
Tambien en la administracion de los Sacramentos.
Un Anciano tiene el derecho de rehusar la comunión a
un pecador declarado, o rehusar el bautismo a una persona no convertida, o
rehusar el matrimonio en los casos en que no haya un acuerdo mutuo o una
mentira en el medio.
Cuán efectiva es esta autoridad, es según cuanto se
ciñe a la voluntad expresa de Dios, y el número de personas que la apoyen.
Omar Flores.
(1)
Bind and Loose, Jewish Encyclopedia
Bind
and Loose, Encyclopedia Britannica.
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