ARREPENTIMIENTO O MUERTE
1 En esa misma
ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre
Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
2 Respondiendo
Jesús, les dijo:
¿Pensáis que estos
galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque sufrieron
esto? 3 Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis
igualmente.
4 ¿O pensáis que
aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran más
deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? 5 Os digo que no; al
contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.
6 Y les dijo esta
parábola:
Cierto hombre tenía
una higuera plantada en su viña; y fue a buscar fruto de ella, y no lo halló. 7
Y dijo al viñador: ``Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta
higuera, y no lo hallo. Córtala. ¿Por qué ha de cansar la tierra?
8 El entonces,
respondiendo, le dijo: “Señor, déjala por este año todavía, hasta que yo cave
alrededor de ella, y le eche abono, 9 y si da fruto el año que viene, bien; y
si no, córtala.”
LUCAS 13:1-9
COMENTARIO
En esta ocasion,
nuestro Señor venia hablando con la multitud, curiosos en gran parte e ignorantes
del conocimiento de Dios, y entre ellos estaban algunos Fariseos que buscaban
no aprender, sino hayar error en las enseñanzas del Maestro y asi condenarlo o
a carcel perpetua o a muerte (Veanse los capitulos 11 y 12).
Luego de instruirles
en materias de Fe y moral, Jesus les dio una advertencia de la necesidad de convertirse
verdaderamente a Dios, de dar un vuelco a sus vidas de manera drástica y
permanente, bajo pena de caer en el castigo de aquellos que son enemigos de Dios
(v.3 y 5).
Jesus menciona dos
acontecimientos no catalogados por ningún historiador conocido hasta hoy. Hablo
la gente a su alrededor, de una ocasión donde el gobernador Pilatos, el mismo
que condeno al Señor a crucifixión, mato a ciertos Galileos creyentes durante o
momentos antes o después de haber ofrecido sus sacrificios a Dios en el Templo
o cerca de este.
Tambien añade el Señor
esta vez, y no la gente, otra ocasión donde cayo una columna de la piscina de
Siloam (Juan 9:7) y mato a varios.
JESUS declara que
esta gente no era peor que aquellos que ahora lo escuchaban. De hecho, el sentido
de sus palabras dan a entender que no eran ni mejor ni peor que el promedio de
personas, pero murieron bajo circunstancias violentas ambos grupos.
Considerando que el
primer grupo murió en relación al sacrificio del Templo, y que la piscina de
Siloam era usada como un lugar de lavamiento social común, lo mas probable es
que estas personas fueran mas bien mejor que la mayoría de los que ahora
escuchaban al Señor Jesus, aunque en si, los Galileos eran considerados los mas
violentos entre los Judios. Para borrar esta idea de las mentes de sus oyentes,
Jesus menciono el caso de la torre de Siloam, en Jerusalem, donde fueron gente
de Jerusalem y no Galileos los que murieron.
Pero el Señor
añade, sin aclarar la razón de la muerte de estos, evitando asi alimentar sus
imaginaciones y justificaciones propias usadas como excusas, y sin decir si
murieron de manera accidental o por castigo divino, dijo que todo aquel que
vive fuera de la voluntad de Dios, también moriria, al igual que estos, no refiriéndose
a la manera violenta, sino a la muerte en si, al igual que vieron el final de
sus vidas estas personas, en estos dos eventos trágicos.
Jesus procedio también
a relatarles una parabola, donde un terrateniente, esta cansado de no hayar
fruto de una higera que tenia plantada en su huerto, y le dice al cuidador que
la arranque. En esta historia, el cuidador pide un año mas de plazo al dueño,
para abonar el árbol y cuidarlo, y asi pueda quizás dar fruto el año siguiente
y salvar su vida, de lo contrario seria cortado (v.6-9).
Claramente con estas
dos historias, el Señor Jesus dejo claro a sus oyentes, que era la misericordia
de Dios la que los mantenía vivos, asi como a todos nosotros, en el tiempo de
Gracia, donde JESUS mismo en el cuidador del huerto de Dios, el mundo, y este
tiempo el año de Gracia que espera nuestra conversión a Dios, por medio de Cristo,
y asi salvar nuestras vidas de la condenacion eterna, mucho peor que la muerte
de los Galileos y aquellos que murieron aplastados por la torre; y que si menospreciamos
esta oportunidad de misericordia, verdaderamente estaremos perdidos para
siempre, mas allá de la misericordia de Dios, una vez terminado el periodo de espera
que Dios ha otorgado al mundo.
Si bien, en esta ocasión
Jesus habla a los Judios inconversos, los cuales sellaban su condenacion con su
rechazo de El como mesias (Juan 8:24); el mismo principio se aplica a todos
nosotros, en todo el mundo, si no nos volvemos a Dios, atravez de Cristo.
Omar Flores.
Comments
Post a Comment