LA RESURRECCION DE LAZARO
38 Entonces Jesús,
de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue al sepulcro. Era una
cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.
39 Jesús dijo: QUITAD
LA PIEDRA.
Marta, hermana del
que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió.
40 Jesús le dijo: ¿NO
TE DIJE QUE SI CREES, VERÁS LA GLORIA DE DIOS?
41 Entonces
quitaron la piedra.
Jesús alzó los ojos
a lo alto, y dijo:
“PADRE, TE DOY
GRACIAS PORQUE ME HAS OÍDO.
42 YO SABÍA QUE
SIEMPRE ME OYES; PERO LO DIJE POR CAUSA DE LA MULTITUD QUE ME RODEA, PARA QUE
CREAN QUE TÚ ME HAS ENVIADO”.
43 Habiendo dicho
esto, gritó con fuerte voz: ¡LÁZARO, VEN FUERA!
44 Y el que había
muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en
un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir.
JUAN
11:38-44
COMENTARIO
Este evento ocurrió
durante el último viaje del Señor Jesús a Jerusalén antes de su crucifixión, en
la localidad de Betania (Juan 11:1,18).
Es evidente que el
Señor Jesús esperaba que esto sucediera. Además de ser omnisciente,
deliberadamente dejó pasar unos días desde que le dijeron por primera vez que
la vida de Lázaro corría peligro, asegurándose que Lázaro estuviera muerto
antes de ir a Betania.
(Juan 11:5-6).
Pero Jesús no hizo
esto por falta de amor a Lázaro, o negligencia, sino que quería que Lázaro
experimentara la muerte, para probar el poder de DIOS sobre la muerte, la misma
muerte que Él experimentaría dentro de dos semanas.
Cuando nuestro
Señor llegó al sepulcro, después de estar profundamente entristecido por la
muerte de Lázaro (Juan 11:35), elevó una oración al Padre, agradeciéndole por
escucharlo siempre.
Sin embargo, Jesús
aclaró que oraba en voz alta para que las personas que lo escuchaban supieran
que el milagro que El estaba por realizar y que ellos estaban por ver; fue un
acto bajo el poder de Dios, y asi dejar un testimonio final de la validez de su
status como Mesías e Hijo de Dios para toda la humanidad, antes de su partida
de este mundo.
Jesús ordenó a
Lázaro, que ya estaba en estado de descomposición (Juan 11:39) que 'Saliera' de
su tumba (Juan 11:43).
Al orar a Dios
Padre en alta voz, Jesús dio la gloria a DIOS YHWH, el Dios de Israel;
garantizando así el origen divino de su poder.
Al resucitar a
alguien que ya estaba en estado de descomposición, Jesús demostró su poder para
vencer la muerte y conferir vida sin duda alguna. Nadie podría alegar
catalepsia, o falsedad con un cuerpo en descomposición de por medio.
Y al llamar a
Lázaro de muerte a vida, por su propia autoridad, sin ninguna ceremonia u
oración litúrgica especial o mantra, en su propio Nombre, JESÚS demostró tener
el poder de Dios en Sí mismo, al punto de no necesitar ningún ritual especial o
esfuerzo de su parte por vencer la muerte y devolver la vida, cosa que ni
Satanás pudo copiar entre su amplio repertorio de falsos milagros.
Pero sobre todo,
JESÚS dio a los escépticos la oportunidad de arrepentirse y creer en Él; y los
que ya creyeron en Él, la esperanza de la resurrección, sobre todo cuando en
dos semanas más, lo verian crucificado y sepultado.
La muerte, no pudo contener
en sus brazos al Señor de la Vida (Juan 1:4).
Omar Flores.
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