ASCENSION DE JESUS
6 Entonces los que estaban reunidos, le
preguntaban, diciendo:
Señor, ¿restaurarás
en este tiempo el reino a Israel? 7
Y El les dijo:
No os corresponde a
vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia
autoridad;
8 pero recibiréis
poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en
Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
9 Después de haber
dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y
le ocultó de sus ojos.
10 Y estando
mirando fijamente al cielo mientras El ascendía, aconteció que se presentaron
junto a ellos dos varones en vestiduras blancas, 11 que les dijeron:
Varones galileos,
¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de
vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al
cielo.
HECHOS 1:6-11
COMENTARIO
Cuarenta días
después de que nuestro Señor resucitó y se apareció a muchos, probando así la
realidad fisica de su resurrección, y después de que se despidió formalmente e
instruyó a sus discípulos en Galilea (Hechos 1:3; Mateo 28:16; Lucas 24:50-51);
se reunió de nuevo con sus 11 discípulos en Betania, en las afueras de
Jerusalén, en Judea, dando a sus apóstoles sus últimas instrucciones,
consolándolos, y ascendiendo al Padre para sentarse a su diestra, hasta su regreso
en Gloria.
(Marcos 16:19).
De estos eventos,
no todos descritos en este texto, sino en todos los evangelios sinópticos y
Hechos, podemos deducir lo siguiente:
1 – Como Mesías
humano, Jesús confirma su autoridad eterna y definitiva en el Nombre del Padre
(Mateo 28:18).
2 – Jesús da el
mandato de predicar su mensaje a toda la tierra, bautizando a los convertidos
en agua en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, haciendo así
iguales los tres nombres mencionados en el NT (Divinos), y co-autores del
proceso de salvación
(Mateo 28:19;
Marcos 16:15-16; Lucas 24:46-48; Hechos 1:8).
3 – Jesús manda el
arrepentimiento para el perdón de los pecados, en su Nombre (Lucas 24:47).
4 – Jesús aclara la
necesidad del bautismo consciente en agua para la salvación de todos los conversos
(Marcos 16:16; Juan
3:5).
5 – Jesús promete
señales y prodigios que acompañarán a la Iglesia en la expansión del Evangelio
(Mc 16,17-18).
6 – Jesús manda
discipular a los nuevos conversos a la santidad (Mateo 28:20).
7 – Jesús promete
estar con nosotros todos los días, hasta su retorno (Mateo 28:20).
8 – Jesús manda
permanecer en Jerusalén, hasta que reciban el Espíritu Santo, 50 días después,
en Pentecostés (Lucas 24,49; Hechos 1,4-5).
CON TODO ESTO,
nuestro Señor Jesucristo demostró una vez más su amor por nosotros.
Jesús no ‘dejó’ la
Tierra a su propia suerte. Él continúa en la Tierra, por medio del Espíritu
Santo:
“No os dejaré
huérfanos; vendré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá más, pero
vosotros me veréis”.
Juan 14:18-19
JESÚS está con
nosotros a través de las ordenanzas, especialmente la Eucaristía, memorial de
su amor por nosotros a costa de su propio sacrificio expiatorio.
Jesús continúa
salvando, sanando y liberando a las personas atrapadas por el diablo, hasta el
día de hoy, a través del poder que dejó a todos los creyentes, a través de la
Fe en Su Nombre en el Espíritu Santo.
Jesús todavía
perdona todos los pecados; independientemente de lo graves que puedan ser.
Jesús está todavía protegiendo
y salvando a la mujer adúltera de ser lapidada hasta la muerte, y sanando a la
mujer con el flujo de sangre que tocó su manto; y resucitando muertos para el
consuelo de sus familias.
Él hace esto en la
vida de todos los hombres, mujeres y niños que vienen a Él con fe y sumisión.
En la vida de todos
aquellos que se entregan a Su amor y misericordia. En la vida de todos los
dejados de lado por los hombres.
JESÚS rescata a
todos los que vienen a Él con fe.
Y Jesús todavía
está con nosotros, como dijo, todos los días de nuestras vidas, todos los días…
hasta que regrese para llevarse a su pueblo con Él.
Omar Flores.
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