NADIE QUE AGARRA EL ARADO Y MIRA ATRAS ES APTO PARA EL REINO DE DIOS


 

NADIE QUE MIRA ATRAS ES APTO PARA EL REINO DE DIOS

57 Y mientras ellos iban por el camino, uno le dijo:

Te seguiré adondequiera que vayas.

58 Y Jesús le dijo:

Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.

59 A otro dijo:

Sígueme.

Pero él dijo:

Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

60 Mas El le dijo:

Deja que los muertos entierren a sus muertos; pero tú, ve y anuncia por todas partes el reino de Dios.

61 También otro dijo:

Te seguiré, Señor; pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.

62 Pero Jesús le dijo:

Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios.

LUCAS 9:57-62

COMENTARIO

Aquí el texto menciona tres tipos de personas que reaccionan de manera diferente frente a Jesús.

El primer tipo está dispuesto a seguir al Señor, pero en su afán, no miden el costo de su decisión (Lucas 9:57, comparar con Lucas 14:28-29); pero nuestro Señor les advierte de antemano las dificultades de seguirlo.

El segundo tipo, no considera seguir a Jesús, pero cuando son directamente invitados a seguirlo, su principal preocupación no es el Llamado de Dios, sino sus preocupaciones terrenales.

Finalmente, el tercer tipo es el que toma la decisión de seguir a Jesús, pero da prioridad de antemano a las cosas de este mundo, en lugar de confiar en Dios desde el principio.

Aquí hay tres lecciones:

A todos ellos se extiende la invitación de seguir a Cristo. A ninguno de ellos se le dice que no lo siga. Jesús nunca se niega a quien viene a Él, e incluso, extiende la invitación a los que no pensaban seguirlo en primer lugar, el segundo tipo de seres humanos, que nos hace saber que DIOS quiere que todo ser humano sea salvo, y no sólo un grupo preelegido.

Otra lección es que ser cristiano es “seguir” la vida de Jesús y su voluntad. No es sólo una creencia mental o teórica, o teológica, sino una creencia práctica, que se demuestra y traduce en una vida activa de obediencia a Jesús. Un seguimiento literal. El verdadero cristianismo es una fe práctica, y nunca sólo teórica. Por eso, “La fe sin obras es muerta” (Santiago 2:16).

Finalmente, la tercera lección es la dura advertencia que el Señor JESÚS le dice al último hombre, pero que en realidad es para todos nosotros.

Quien toma la decisión de seguir a Jesús, debe entregar su vida totalmente al cuidado y gobierno de Jesús; tanto, que aquellos que 'miran hacia atrás' con añoranza hacia su antigua vida o el mundo, son considerados no 'aptos', es decir, listos, para residir en el Reino de Dios, y ni siquiera para servir a Dios en la tierra, ya que su mente y corazón estaran en sus propios intereses humanos y no en los de Dios.

Esta es una advertencia seria, porque Satanás intentará crear este anhelo de una vida cómoda y próspera para todos los cristianos, la cual podrían tener, si no hubieran decidido seguir a Jesús.

El camino cristiano se vuelve difícil cuando tratamos de vivir en la justicia de Cristo la realidad de un mundo corrupto que nos rodea, donde el que se adapta a sus caminos torcidos lo tiene más fácil que el que se apega al comportamiento correcto.

Como Jesús advirtió al primer tipo de hombres, la vida cristiana puede ser difícil, pero es el único camino a la salvación, y en su deseo de robarnos la salvación, Satanás nos atacará y distraerá de mil maneras; sin embargo, solo hay una cosa que debemos hacer. Ya sea que nuestras vidas sean difíciles o fáciles, debemos permanecer la mirada fija en el rostro de Cristo.

Si confiamos en nuestro Señor en todo y luchamos por continuar en el camino, Dios lo sabe y no nos dejará caer (Santiago 4:7).

Pero incluso, si caemos, una y otra vez, no debemos desesperar, sino que debemos levantarnos y tomar el arado nuevamente.

Solo aquellos que miran hacia atrás y nunca regresan, demuestran que no son aptos para el reino de Dios; pero el Señor Jesús nunca dijo nada acerca de aquellos que miran hacia atrás, y luego se dan cuenta de su error y continúan arando.

Nuestra vida es una guerra, hecha de varias batallas.

Algunas ganamos, otras perdemos, pero el resultado final es lo que importa.

Omar Flores.

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