PADRE NUESTRO QUE ESTAS EN LOS CIELOS
8 Por tanto, no os
hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes
que vosotros le pidáis.
9 Vosotros, pues,
orad de esta manera:
“Padre nuestro que
estás en los cielos,
santificado sea tu
nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo.
11 Danos hoy el pan
nuestro de cada día.
12 Y perdónanos
nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
13 Y no nos metas
en tentación, más líbranos del maligno.
Porque tuyo es el
reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.
MATEO 6:8-13
COMENTARIO
En un mundo
litúrgico que seguía oraciones prescritas, tanto dentro del judaísmo, como en
religiones paganas, romanas, griegas y mesopotámicas; nuestro Señor Jesús instruyo
sobre este tema a sus discípulos, enseñándoles cómo dirigir una oración a Dios
de la manera correcta; usando la etiqueta adecuada que debemos mantener cuando
nos dirigimos a nuestro Padre Celestial, el Dios Supremo del Universo; y
también nos enseñó a cubrir todos los aspectos de nuestra existencia en esa
oración.
El Señor JESÚS dio
lo que llamamos 'Padre Nuestro', no como oración litúrgica, sino como ejemplo a
seguir, es decir las partes y la manera, sencilla y directa, y no con muchas
palabras vacías y repetitivas, 'como hacen los paganos', pero también, sin
desestimar las oraciones litúrgicas, que Dios ordenó en el AT.
(Deuteronomio
26:5-10; Levítico 16:20-21)
(Comparar con Lucas
11:1-4 y Mateo 6:7)
La oración es la
siguiente:
1 - PADRE NUESTRO
QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE.
Un acto abierto de
reconocimiento de la deidad y el poder de Dios antes de que empecemos a hacer
algo. Esto es importante porque indica que Dios es nuestra prioridad y ocupa el
primer lugar en nuestro corazón, así como un acto de sumisión a Él ya su
voluntad.
Es también un
reconocimiento de nuestra relación filial con DIOS en Cristo. Nos dirigimos
ahora a Dios, como “Padre”, tomando conciencia de nuestra condición de Hijos de
Dios.
2 - VENGA TU REINO.
HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO.
Afirmación de
nuestra sumisión y sujeción a la voluntad de Dios, al reclamar la venida de su
reinado real en la Tierra, de manera directa y total, como lo es en el Cielo.
Esta es una completa
sumisión a su decisión final antes de que empecemos a pedirle algo a Dios. Él
es nuestro Dios y Padre, NO nuestro siervo.
3 - DANOS ESTE DÍA
NUESTRO PAN DE CADA DÍA.
Primera petición,
nuestras necesidades diarias para nuestra vida cotidiana. Aunque aquí solo se
menciona la comida, representa todas nuestras necesidades corporales, como la
salud, la vivienda, el vestido y la alimentación. Debe hacerse diariamente,
para mantener la conexión con nuestro Padre Celestial, un evento diario; por
eso el Señor dijo: ‘Danos ESTE DÍA’. Esto nos ayuda a reconocer que Dios es
nuestro proveedor constante.
4 - PERDÓNANOS
NUESTRAS DEUDAS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES.
Inmediatamente
pasamos a pedir perdón por nuestros pecados. Contrariamente a la enseñanza
popular que considera pedir perdón antes de dirigir cualquier petición a Dios,
para que podamos ser escuchados; esta enseñanza de JESÚS contradice eso.
Dios nos escucha
porque ÉL es nuestro Padre, estemos en pecado o no, porque somos justificados
en Cristo delante de Él.
(Ver Romanos 5:6,8;
1 Juan 4:10).
Pero aún así,
pedimos perdón porque debemos arrepentirnos diariamente de nuestros pecados, lo
cual demuestra que amamos a Dios. Porque sólo los que verdaderamente aman a
Dios, andan según su voluntad, y les duele haberse apartado de ella en
cualquier momento.
“Como nosotros
perdonamos a nuestros deudores”, nos recuerda la obligación, como cristianos,
de perdonar también a nuestros hermanos. Si pedimos perdón, pero guardamos
resentimiento por otro ser humano, no podemos ser perdonados por nuestro Padre
y caemos más profundamente en el pecado.
(Mateo 6:14-15).
5 – NO NOS DEJES
CAER EN LA TENTACIÓN
Después de haber
pedido perdón, debemos pedirle a Dios que nos libre de la tentación; o en su
defecto, darnos el apoyo necesario para sobrevivir a ella.
Dios no tienta a
nadie. Aquí las palabras 'No nos dejes' se refieren a la concesión, no a la
acción real de tentar. Así como Jesús fue guiado por el Espíritu Santo al
desierto para ser tentado por Satanás (Mateo 4:1), pero fue tentado por el
diablo y no por Dios; igualmente pedimos ser librados de este tipo de pruebas,
reconociendo nuestra debilidad, y poniendo nuestra fuerza en la ayuda de Dios y
no en nuestras capacidades.
6 - LÍBRANOS DEL
MALIGNO, O DEL MAL.
La petición final
es que nos libre de los ataques directos o indirectos de Satanás, el padre de
las tentaciones.
Esto nuevamente,
pone nuestra confianza en la invencibilidad de Dios Todopoderoso, y NO en
nuestras propias fuerzas.
7- TUYO ES EL REINO
Y EL PODER Y LA GLORIA POR SIEMPRE.
Hoy, estas palabras
han sido quitadas de las versiones 'modernas y actualizadas', ya que se dice
que no están en los manuscritos más antiguos, ni son mencionadas por los
cristianos antiguos.
Sin embargo, encaja
en la oración.
Si Jesús quiso proclamar
un ejemplo de oración, en comparación con las oraciones populares de su tiempo,
especialmente en el judaísmo post Babilónico, donde todas las oraciones
terminaban con una proclamación del dominio absoluto de Dios; es muy posible y
apropiado, que el Señor JESÚS haya añadido estas palabras al final de su
oración, dándole así, el nivel de una oración sagrada.
Independientemente
de si se hizo así o no, nunca lo sabremos con certeza, salvo lo que hemos
recibido, lo cual también podría ser una reinstitución de un detalle antiguo
dejado de lado por las primeras copias.
Con estas palabras,
los cristianos terminan su súplica a Dios, con la misma actitud de adoración
con la que iniciaron la oración, proclamando la suprema majestad de Dios Padre,
DIOS YHWH, capaz de hacer cuanto le pedimos.
NOTA: También
debemos pedir esto en el NOMBRE DE JESÚS (Juan 14:13). Como las palabras en
disputa en el versículo 13; sabemos, que aunque no se mencione aquí, que todas
nuestras oraciones deben hacerse en el Nombre de Jesús.
Omar Flores.
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