SOBRE LA UNIÓN HIPESTÁTICA DEL HIJO DE DIOS
El Credo de
Atanasio dice:
"Él es Dios de
la esencia del Padre, engendrado antes del tiempo; y es humano de la esencia de
su madre, nacido en el tiempo; completamente Dios, completamente humano, con
alma racional y carne humana; igual al Padre en cuanto a divinidad, menos que
el Padre en cuanto a la humanidad.
Aunque es Dios y
hombre, Cristo no es dos, sino uno. Él es uno, sin embargo, no por su divinidad
convertida en carne, sino porque Dios toma la humanidad para sí mismo. Él es
uno, ciertamente no por la fusión de su esencia, sino por la unidad de su
persona. Porque así como un solo hombre es a la vez alma racional y carne, así
también el único Cristo es a la vez Dios y hombre.” (1)
Sin embargo, este
credo no es el primero en la historia cristiana.
Antes de esto, el
famoso credo anónimo llamado 'El Símbolo Apostólico' dice solo lo siguiente de
Jesus:
“2. Y en
Jesucristo, su Hijo unigénito, nuestro Señor:
3. Quien fue
concebido por obra del Espíritu Santo, nacido de la Virgen María:
4. Sufrió bajo
Poncio Pilato; fue crucificado, muerto y sepultado: Descendió a los infiernos:
5. Al tercer día
resucitó de entre los muertos:
6. Subió a los
cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso:
7. Desde allí vendrá a juzgar a vivos y muertos” (2)
E incluso, en el NT
tenemos el credo cristiano más antiguo disponible para la humanidad:
“La doctrina
elemental de Cristo,
fundamento de
arrepentimiento de obras muertas y de fe en Dios, y de instrucción acerca de
los bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el
juicio eterno”.
(Hebreos 6:1-2)
Es impresionante el
amplio añadido que el último Credo canónico tiene sobre las formulaciones más
antiguas de la fe cristiana, con el uso de palabras con implicaciones
teológicas precisas en comparación con las vagas versiones anteriores.
Pero la razón de
estos tecnicismos fueron los problemas de fondo que provocaron los primeros
tres concilios 'ecuménicos'.
No fue el primer
problema que experimentó la iglesia cristiana. Había herejías incluso desde los
tiempos de los Apóstoles, como cuando los maestros gnósticos enseñaban que no
habría resurrección de los muertos (2 Timoteo 2:18), o que el Reino de Dios ya
había llegado (2 Tesalonicenses 2:2), o la herejías de los nicolaítas
(Apocalipsis 2:6), o la negación de YHWH, nuestro Padre y del Antiguo
Testamento por parte de Marción. Esta vez, la divinidad de Jesús de Nazaret,
nuestro Señor común, fue cuestionada a través de los escritos de Arrio de
Alejandría.
ARRIANISMO
En resumen, lo que
podemos deducir de los comentarios sobrevivientes sobre las obras de Arrio,
dado que todos sus escritos fueron quemados por la iglesia, es que él enseñó
que el Señor Jesús es un ser poderoso, la primera creación de DIOS YHWH, pero
que no era ni Dios ni eterno. En cambio, Arrio enseñó que Él era 'divino', lo
que significa que tenía cualidades similares a Dios, otorgadas a Él por DIOS YHWH,
y que hubo un tiempo en que no existió. En esencia, Ario enseñaba que por
naturaleza, Jesús, el Logos, no era ni eterno, ni Dios, ni omnisciente ni
omnipotente de ninguna manera (3).
Para solucionar
este problema, la iglesia de la época se reunió bajo la protección del
emperador Constantino I y formuló la primera parte de lo que sería el primer
credo canónico ortodoxo 'cristiano' de la Historia, siendo completado más tarde
en el Concilio de Éfeso, definiendo la naturaleza del Espíritu Santo; aunque
casi la mitad del cuerpo de Cristo no estaba de acuerdo con este (los
arrianos).
No discutiremos
aquí los detalles de esta controversia, sino las definiciones de la unión
hipostática en Cristo, y lo que dice la Biblia al respecto.
DEFINICIÓN
'ORTODOXA'
Lo que describen
las palabras de los artículos 30 a 37 del credo de Atanasio, y definen las
palabras del credo de Nicea, en conclusión, dicen que Jesús de Nazaret fue y es
una sola persona, no dos. Pero que esta persona, poseía una naturaleza divina y
una naturaleza humana, desde el momento de la encarnación y de allí en adelante
por la eternidad.
Además, se cuida al
afirmar claramente que estas dos naturalezas viven juntas bajo una sola mente, en
un solo cuerpo, en armonía, pero no mezcladas, o evolucionadas en una mezcla de
naturaleza divina-humana.
LO QUE LA BIBLIA
DICE DE LA NATURALEZA DE JESÚS
El hombre que conocemos
como Jesús de Nazaret, según la Biblia era el siguiente:
DIVINO
Él era divino por
naturaleza, lo que significa que compartía la misma naturaleza que el eterno
DIOS YWHW-ELOHIM.
El arrianismo solía
elevar oraciones a Jesús, e incluso llamarlo 'dios', porque creían que Él fue
elevado a ese nivel por DIOS, pero nunca aceptaron que el Logos, luego llamado
Jesús, fuera verdaderamente Dios o de naturaleza divina.
Sin embargo, este
es un concepto erróneo, tanto por el razonamiento griego como por los principios
hebreos.
Un ser divino no
puede heredar ni recibir nada de nadie, porque nadie puede llegar a ser Dios o
dejar de ser DIOS. Cuando la Biblia describe al Verbo como divino, lo llama
DIOS, de la misma manera que llama al Padre DIOS (Juan 1:1).
Es en este sentido
que la Biblia habla de Jesús como Dios y no otro, lo cual sería un concepto
pagano totalmente extraño a la teología judía
(Filipenses 2:5-6;
Juan 1:18)
PREEXISTENTE
Antes de encarnarse,
quien conocemos como Jesús, no tenía nombre, y solo se le conocía como 'Logos'
o 'Verbo' de DIOS, o el 'Ángel de YHWH'
(Juan 1:1; Jueces
6:21-23).
Jesús reconoció su
preexistencia desde antes de convertirse en hombre (Juan 1:14-15,18; 17:5).
ETERNO
La Biblia enseña
abiertamente que el Logos estaba ‘en el principio’ con DIOS YHWH, ejecutando su
voluntad a través del Universo (Juan 1:1).
Si DIOS es eterno y
el Logos ha estado siempre representando a la persona del Padre antes de todas
las edades; como emanación independiente de Dios YHWH, entonces el Verbo es
también eterno, porque el Logos siempre ha sido el rostro de YHWH DIOS aun
antes de que comenzara el tiempo, el cual tampoco tiene principio, pues Dios
siempre ha estado creando.
Sin embargo, teóricamente
podríamos decir que el tiempo, e incluso el Logos, deben tener un comienzo,
pero este comienzo es eterno y no puede ser singularizado en un solo momento a
lo largo del tiempo lineal que es el único concepto de tiempo para todos los
seres creados.
Además, esta
existencia independiente del Logos, aunque tenga un inicio conceptual pero no
histórico; siempre existió dentro de DIOS ELOHIM, ya que el Verbo no es un
'hijo' del Padre, sino que sólo se le llama 'Hijo' desde el momento de su
encarnación, y no antes. Por lo tanto, la realidad de Jesús en su forma
preexistente no tiene un principio real, ya que siempre existió en el 'seno del
Padre', es parte del Padre, y por eso DIOS TODOPODEROSO
(Miqueas 5:2; Juan
1:18; Apocalipsis 1:17-18).
ENCARNADO
Esta extensión de
DIOS, llamada VERBO, tomó carne y se hizo humana.
No tomó a un humano
e invadió su cuerpo, ni engendró un cuerpo del cual tomar posesión; pero Él
mismo se hizo humano, por Voluntad de DIOS YHWH, el Padre, por medio de su
ESPÍRITU SANTO, un niño fue engendrado en el vientre de María, implantando una
semilla perfecta y sin pecado en el vientre de María, y tomando de su ADN, el
niño que sería JESÚS DE NAZARET, el VERBO encarnado, se hizo hombre.
(Lucas 1:30-32,
35).
Es a partir de este
momento y por esto que Jesús es llamado “El Hijo de Dios” (Juan 1:14).
DIVINO Y HUMANO
Dios nunca puede
dejar de ser Dios. Es imposible. Dios en UNO e INMUTABLE por la eternidad.
Cuando Dios se
encarnó, adoptó la humanidad sin dejar de ser divino. Y como Dios es perfecto,
y demostró su deseo de ser plenamente humano en representación de la raza
humana, no engendró un 'superhumano' o un 'semidiós', sino un humano perfecto,
con todas las facultades de un hombre, pero sin pecado en acción o intención, o
incluso naturaleza pecaminosa. Él nació como el PERFECTO HUMANO de la misma
manera que Adán fue creado, antes de la Caída.
(1 Juan 4:2; 2 Juan
1:7; Gálatas 4:4; Hebreos 1:3; 4:15)
Pero debido a que
el hombre era una encarnación directa y no una posesión de la divinidad de un
ser humano; el VERBO que es JESÚS, tenía una sola mente, una sola identidad,
pero dos naturalezas, que obraban perfectamente en Él, aunque cada una
manifestaba sus facultades en plenitud.
(Juan 1:14;
Colosenses 1:19; 2:9; Filipenses 2:7)
CONCLUSIÓN
Los concilios son
correctos en la medida en que se someten a las enseñanzas de la Escritura, que
contienen en el mundo moderno, toda la enseñanza apostólica disponible para la
humanidad.
A veces, el
Concilio de Jerusalén descrito en Hechos 15 se usa para justificar y enseñar
que todos los concilios son correctos; pero eso es una exageración de un hecho
histórico. La única razón por la cual el concilio descrito en Hechos 15 se
considera correcto es porque fue ratificado por los padres de nuestra fe, los
Apóstoles vivientes, los Ancianos y todos los presentes en ese momento, y se
muestra en las Escrituras, de lo contrario, su validez sería cuestionada.
En este caso, las
conclusiones de los Concilios de Nicea y Éfeso resultan correctas a la luz de
la infalible e inerrable Escritura, y sólo por eso es aceptada por los
cristianos hasta el día de hoy.
Omar Flores.
(1) Athanasian
Creed, Art. 30-37.
(2) Apostle’s
Creed, Art. 2-7.
(3) Arianism, Encyclopedia Britannica, 2022.
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