¿PODEMOS SEPARAR LAS DOS NATURALEZAS DE CRISTO POR ESTUDIOS
TEOLÓGICOS?
En el año 457, el
Concilio de Calcedonia, declaró doctrina oficial ortodoxa la doctrina
monoprosopica de Cristo, que afirmaba que el Señor Jesús tenía dos naturalezas,
una divina y otra humana, unidas en una sola personalidad, y que estas dos
naturalezas eran imposibles de separar, aunque existían independientes entre sí
en la persona de Jesús (1)
Esto nació de un
posible malentendido de las enseñanzas del obispo Teodoro de Mopsuestia, quien
supuestamente profesaba una doctrina duoprosopica de Cristo, donde nuestro
Señor tenía dos personas, en lugar de una; y como no tenemos acceso de primera
mano a sus escritos, y tomando en cuenta de que Nestorio, el hombre en ese
momento condenado por representar esta visión antioqueña y rechazar, en base a
ella el término 'THEOTOKOS' o 'Madre de DIOS', aplicado por el concilio a Santa
María la madre de nuestro Señor; sólo podemos suponer una conspiración en este
caso; sobre todo porque la Iglesia de Oriente, que aceptó a Nestorio cuando este
huyó del Imperio Romano en busca de refugio, nunca ha aceptado y enseñado una
doctrina de 'dos personas' en Cristo, como los cánones de los concilios de Éfeso y Calcedonia declaran Nestorio hizo; sino que han
sostenido que Jesús tuvo dos naturalezas, viviendo independientes en una sola
persona, Jesús de Nazaret, pero que estas dos naturalezas que existen en
Cristo, no deben confundirse una con la otra.
La Iglesia Asiria
de Oriente, fundada por el apóstol Tomás, desde entonces ha proclamado que las
doctrinas de Nestorio son tales y no el tipo de doctrina duoprosópica que se
alega proclamaba Nestorio, y ha elevado incluso el estatus de Nestorio al rango
de santo y mártir de la fe cristiana. (La Iglesia de Oriente también es Niceno-trinitaria).
LO QUE DICE LA
BIBLIA SOBRE LA UNIÓN HIPOSTÁTICA Y LAS DOS NATURALEZAS DE CRISTO
Hemos escrito antes
sobre la definición canónica de la unión hipostática y el concepto de la misma
en las Escrituras, pero no sobre cómo debe manejarse este concepto, según las
Escrituras.
La Biblia enseña
que Jesús es divino (Juan 1:1; Colosenses 1:19), y también humano (Juan 1:14; 1
Juan 4:2).
Pero también enseña
que el Logos ES Jesucristo en la carne, y no una fuerza que tomó posesión de un
cuerpo humano diferente, o una persona humana adoptada 'como' Hijo de Dios, o
cualquier otra forma, excepto la ENCARNACIÓN DEL LOGOS DIVINO:
“Y el Verbo se hizo
carne”
Juan 1:14
Una humanidad no
adoptada, sino engendrada por DIOS Padre YHWH en Santa María, la madre de
nuestro Señor:
“El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo
tanto, el niño que ha de nacer será llamado santo, el Hijo de Dios.”
Lucas 1:35
En cuanto a esto,
la Biblia está de acuerdo con el concepto tradicional de unión hipostática,
pero cuán estrictos podemos ser con el término que son 'indivisibles' es otro asunto
(2).
RAZONANDO
Jesús es uno, no
solo porque así lo dice la Biblia, sino también por la razón.
DIOS es perfecto y celoso.
Él nunca comparte su gloria con nada ni nadie.
Dios no podría
haber poseído a una persona habiendo creado la humanidad, para poder mostrarse
como humano. Él engendro a un ser humano para su propia existencia terrenal.
Además, Él no
podría existir en dos personas, ya que Él es UNO e INDIVISIBLE.
Fallar en alguno o
en ambos casos, daría motivo para cometer idolatría, ya que estaríamos adorando
una forma humana, independiente del ser divino. Pero el Logos, se encarnó y se
convirtió en Jesús de Nazaret, teniendo naturaleza divina y humana, en un solo
ser.
PERO, ¿significa esto
que Jesús, como ser humano, no necesitaba comer ni dormir? ¿O como divino, Él
podría pecar o morir?
No.
Las dos
naturalezas, como proclama el cristianismo tradicional, no están mezcladas y,
por lo tanto, pueden dividirse conceptualmente para los propósitos del estudio
teológico.
Como humano, Jesús
de Nazaret tuvo que aprender, digerir, crecer y cansarse como cualquier otro, a
pesar de que Él era sin pecado desde su nacimiento, ya que su humanidad tenía a
DIOS como progenitor, y no a un ser humano que le hubiera transmitido el pecado
de Adán.
Sin embargo, como
un ser humano sin pecado, Él no podía enfermarse, envejecer o morir por causas
naturales, de la misma manera que Adán antes de la caída.
PERO COMO DIOS,
sabía todo, era omnipotente, omnisciente y omnipresente todo el tiempo. No
podía morir, ni ser engendrado, ni ser enseñado, ni tentado, ni pecar.
Permaneció soberano e inmutable, como lo fue desde el principio, durante toda
su vida en la Tierra, y como lo es ahora, por los siglos de los siglos.
Si mezclamos estas
dos naturalezas, caemos en errores como decir que DIOS murió con Jesús en la
Cruz, o que María es la 'Madre de DIOS', las cuales son blasfemias.
Cuando Jesús sufrió
en la cruz y murió, sólo murió su humanidad, no su parte divina. Aunque esta
divinidad siguió a su humanidad durante toda la pasión y muerte, e incluso lo
siguió hasta el Hades, su divinidad quedó intacta, y es esa divinidad que
sostuvo la parte humana de Jesús a través de todas las tentaciones y dolores, y
lo resucitó, por la voluntad del Padre, al tercer día.
DIOS NO PUEDE MORIR
NI SUFRIR.
De la misma manera,
DIOS YHWH, a través de su Espíritu Santo, fecundó a María, tomando de su ADN
para formar el embrión de Jesús, quien luego se convirtió en un feto y luego
nació un niño. La divinidad de Jesús no entró, sino que 'siguió' el proceso de
fecundación, de modo que en ningún momento su humanidad se desprendió de su
divinidad, pero en lo que respecta a María, fue su ADN, el cual sirvió para
engendrar la naturaleza humana del Hijo de Dios, no así la divina, la cual preexistía
su humanidad.
MARÍA ERA LA
'CHRISTO-TOKOS' o MADRE DE JESÚS, y no la Madre de Dios, aunque este fue solo
un título honorífico y no una definición teológica; puesto que, en todo momento
en el viviente de María, siempre fue divino.
ULTIMA PALABRA
La cristología de
la Biblia, nuestra única fuente de verdad; es muy general en sus enseñanzas, y naturalmente
sufre cuando se somete a la curiosidad humana, la cual pretende entender la
mecánica de los misterios que Dios ha revelado en su palabra.
Pero nosotros los
cristianos, nunca debemos dejar de proteger el honor de DIOS y su gloria, antes
de sumergirnos en las profundidades del conocimiento bíblico, evitando así,
caer en los mismos errores de nuestros antepasados.
Omar Flores.
(1) The
Oecumenical Documents of the Faith by T. Herbert Brindley, 1899, p.297.
(2) The
Emergence of the Catholic Tradition (100-600) volume 1, by Jaroslav Pelikan,
1971, p.394.
Comments
Post a Comment