¿ES LA UNIDAD DOCTRINAL GARANTÍA DE LA VERDAD?
En el cristianismo,
las denominaciones que han mantenido y mantienen una sólida unidad doctrinal,
son sólo tres en la Historia:
LA IGLESIA CATÓLICA
ROMANA
LA IGLESIA DE
JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS – (mormones)
LA SOCIEDAD
WATCHTOWER – (Testigos de Jehová)
Estas
instituciones, de las más antigua a la más nueva, han mostrado una unidad
monolítica tanto a nivel doctrinal como organizativo, incomparable con
cualquier otra institución en la Tierra, ni siquiera con las Fuerzas Armadas de
ningún país.
Pero estas mismas iglesias
son totalmente incompatibles en doctrina entre sí, lo que aumenta la
perplejidad de este fenómeno social.
La Iglesia Romana
es la más tradicional de todas ellas, manteniéndose fiel a 1700 años de
enseñanza cristiana tradicional. La Iglesia Mormona es politeísta y tiene más
en común con la Masonería que con la Biblia, proclamando también su fe en otro
libro, llamado 'El Libro de Mormón'. Y los Testigos de Jehová son arrianos
modernos, rechazando totalmente la divinidad de Jesús y la personalidad del
Espíritu Santo.
Sin embargo, ni una
hoja se mueve dentro de estas iglesias, a menos que sea revisado y aprobado por
sus consejos supremos, ya sea el Papa y de la Congregación para la Doctrina de
la Fe en el Vaticano; el presidente y el Quórum de los Doce en Utah; o el
Cuerpo Ungido Gobernante en Brooklyn.
Desde Misiones
hasta lecturas de servicios dominicales, ofrendas de dinero, impresión de
libros, etc.; todo marchan en unidad homogénea en estas tres denominaciones.
Pero esta unidad,
no es signo de paz ni de verdad.
Su unidad es
ficticia, porque se basa en la aceptación ciega de lo que la dirigencia decide
para todos, quienes son también los recipientes de todos los beneficios
recaudados a nivel local, que luego se redistribuyen según sus necesidades, de
manera estratégica. Y quien no esté de acuerdo con ellos, es expulsado y
olvidado. Así, con el remanente que queda, dan la impresión de una unión perfecta,
porque nada se dice de los que día a día disienten de esas instituciones.
La Iglesia Romana,
la Iglesia Mormona y los Testigos de Jehová pretenden tener esta unidad, basada
en la represión a nivel local y educativa de todos los disidentes, y debido a
que cada una de ellas sostiene doctrinas totalmente diferentes, su unidad no
puede ser señal de veracidad, sino por el contrario, de opresión humana, muy
parecida a la unidad política de Corea del Norte.
Por el contrario,
las comunidades cristianas genuinas, varían constantemente, no porque su
doctrina pueda cambiar, ya que el Evangelio es uno e inmutable, sino que es
nuestra mente la que progresa en nuestra comprensión de la Escritura, mientras
caminamos lentamente cada día en santificación, 'hasta que todos lleguemos a
la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a la madurez del
hombre, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo'
(Efesios 4:13)
Omar Flores.
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