LA DESTRUCCION DE JERUSALEN Y LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS EN
GLORIA
5 Y mientras
algunos estaban hablando del templo, de cómo estaba adornado con hermosas
piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo:
“6 En cuanto a
estas cosas que estáis mirando, vendrán días en que no quedará piedra sobre
piedra que no sea derribada.”
7 Y le preguntaron,
diciendo: Maestro, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal habrá cuando estas cosas
vayan a suceder?
8 Y El dijo:
“Mirad que no seáis
engañados; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: ``Yo soy el Cristo ,
y: ``El tiempo está cerca. No los sigáis.
9 Y cuando oigáis
de guerras y disturbios, no os aterroricéis; porque estas cosas tienen que
suceder primero, pero el fin no sucederá inmediatamente.”
10 Entonces les
dijo:
“Se levantará nación
contra nación y reino contra reino; 11 habrá grandes terremotos, y plagas y
hambres en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del cielo.
12 Pero antes de
todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las
sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi
nombre.
13 Esto os dará
oportunidad de testificar. 14 Por tanto, proponed en vuestros corazones no
preparar de antemano vuestra defensa; 15 porque yo os daré palabras y sabiduría
que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar.
16 Pero seréis
entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de
vosotros, 17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. 18 Sin embargo,
ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. 19 Con vuestra perseverancia ganaréis
vuestras almas.
20 Pero cuando
veáis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su desolación está
cerca.
21 Entonces los que
estén en Judea, huyan a los montes, y los que estén en medio de la ciudad,
aléjense; y los que estén en los campos, no entren en ella; 22 porque estos son
días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
23 ¡Ay de las que
estén encinta y de las que estén criando en aquellos días! Porque habrá una gran
calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo; 24 y caerán a filo de
espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será
hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
25 Y habrá señales
en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las
naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas, 26 desfalleciendo
los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el
mundo; porque las potencias de los cielos serán sacudidas.
27 Y entonces verán
AL HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE EN UNA NUBE con poder y gran gloria.
28 Cuando estas
cosas empiecen a suceder, erguíos y levantad la cabeza, porque se acerca
vuestra redención.”
LUCAS 21:5-28
COMENTARIO
Esta hermosa
profecía no puede entenderse completamente, a menos que se lean las tres
versiones del mismo evento, descritas en los sinópticos (Mateo 24; Marcos 13).
Pero de cualquiera
de las tres, como de esta narrativa de Lucas, la profecía de la venidera
persecución de los creyentes, la destrucción de Jerusalén por Tito, y el
inminente regreso del Señor Jesús, son profetizadas abierta y claramente.
Delante de quienes veían
el Templo de Jerusalén y la Ciudad Santa como signo incomparable de la
presencia de Dios en Judea; el Señor Jesús reventó su burbuja al predecir su
destrucción venidera a manos de los gentiles, a quienes los Judíos consideraban
menos ante Dios.
1 – Jesús predijo
que vendrán muchos haciéndose pasar por el Mesías, confundiendo a algunos de
los injustos; y también presagia muchas guerras y agresiones generalizadas por
todo el mundo, pero que aún no será el fin (v.8-9).
2 – Más tarde, el
Señor JESÚS profetiza guerras mundiales (¿Primera-Segunda-Tercera?) (v.10);
muchos desastres naturales a gran escala, tanto de la Tierra como del cielo. Y
también hambre y pestes por todo el mundo (v.11).
3 – PERO ANTES de
que todas estas cosas lleguen a esta condición; El Señor Jesús advierte a sus
apóstoles, y por medio de ellos, a todos los que creemos en Él, que recibiríamos
el rechazo de los incrédulos, los cuales pueden provenir incluso de nuestras
propias familias, quienes nos entregarán a las autoridades, poniéndonos en
prisión. e incluso condenándonos a muerte (v.12, 16-17)
4 – Con respecto a
esos mártires, Jesús abiertamente prometió, no sólo a los discípulos inmediatos
que estaban con Él ese día, sino también a todos los creyentes a través de los
siglos, que una gracia especial concedida a través del Espíritu Santo, nos guiaría
en cómo responder con palabra y actitud a nuestros acusadores, dando así
testimonio de la realidad de JESUCRISTO como SEÑOR y SALVADOR, no por esfuerzo
humano, sino por el poder de Dios (v.13-15). Pero aun en el caso de los
ejecutados para la gloria de Dios, ninguno caerá, a menos que Dios así lo
permita, demostrando así Dios, que Él los recibirá en su Reino (v.18-19).
5 – Después de este
paréntesis histórico, Jesús retoma la narración del fin de los tiempos, y salta
a la destrucción de Jerusalén ocurrida en el 70 EC, y la diáspora posterior, la
cual duraría hasta el cumplimiento de los tiempos de los gentiles (v.20-24).
6 – Finalmente, el
Señor JESÚS describe los tiempos del final, antes de su regreso.
Él describe lo que
se nos dice una y otra vez en las Escrituras, el oscurecimiento del Sol, la
Luna y las estrellas, como un testimonio universal del fin de la naturaleza que
conocemos, anunciando un “Nuevo Cielo y una Nueva Tierra” (2 Pedro 3:13); y
también una especial reacción marítima, agresiva y temible para la humanidad (Maremotos?)
(v.25-26).
7 – Finalmente,
JESÚS aparecerá en gloria ante todo el mundo, descendiendo con sus millones de
ángeles (v.27).
El Señor JESÚS nos
anima a perseverar hasta el final, y a estar alegres, porque cuando veamos que
esto empieza a suceder, como lo vemos ahora, debemos saber que nuestro tiempo
de redención está cerca (v.19-28).
Omar Flores.
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