EL ARREPENTIMIENTO VERDADERO
En todas las
religiones que predican la rectitud moral, existe también la enseñanza del
arrepentimiento, el sentir dolor con intención de reparación si es posible por
nuestras malas acciones, viniendo del corazón del ofensor, la cual se alcanza
por diferentes medios según su confesión, incluso con retribución después de la
muerte en algunos de ellos.
En el cristianismo
esto no es una excepción.
Al margen de la
mecánica en cómo se crea que compensa esta culpa, algunos invocando penas
dolorosas temporales (Purgatorio), o penas eternas (Infierno), o simplemente
una santificación automática tras un perdón por gracia en el nombre de JESÚS,
como es el caso en la mayoría de grupos evangélicos, todos proclaman que el
arrepentimiento debe preexistir antes de ser perdonados. En la mayoría de estos
grupos, se espera un arrepentimiento constante cada vez que se comete un
pecado, y en otra minoría, un ‘arrepentimiento único en la vida’ en el momento
de la conversión el cual debería cubrir automáticamente todos los pecados
consecuentes. Pero todos debemos arrepentirnos de nuestros pecados si aspiramos
al perdón de DIOS.
Lo que consideramos
como arrepentimiento, aunque en teoría no varía demasiado entre las distintas confesiones,
sin embargo, se practica de formas totalmente diferentes en la vida personal de
los creyentes.
QUE ES EL
ARREPENTIMIENTO
El arrepentimiento
es:
Revisar acciones
pasadas y sentir arrepentimiento por los errores cometidos, acompañado del
compromiso de no volver a hacerlos.
Se supone que esto
va acompañado de la obligación de reparar el daño causado, si todavía es
posible.
Eso también se
enseña claramente en el Tanaj y en las palabras de Jesús:
“Nunca tendrás
éxito en la vida si tratas de ocultar tus pecados. Confiésalos y entrégalos;
entonces Dios tendrá misericordia de ti.”
Proverbios 28:13
‘Desde entonces
Jesús comenzó a predicar su mensaje: “¡Apártense de sus pecados, porque el
Reino de los cielos está cerca!”’
Mateo 4:17
UN COMPROMISO
Ya sea que sintamos
dolor o no por nuestras faltas, DEBEMOS estar totalmente convencidos de que lo
que hicimos estuvo mal.
Sencillamente
sentir pena por las consecuencias, pero sin estar convencidos de que lo que
hicimos estuvo mal, como en el caso de la muerte de un niño por haber sido
sometido a una golpiza o negligencia; o simplemente por miedo al castigo, como
cuando estamos a punto de ser atrapados por la policía después de haber
cometido un delito, no constituye arrepentimiento, sino remordimiento, que no
es suficiente para pedir misericordia a DIOS. Tampoco lo es simplemente el
miedo al Infierno.
Lo que DIOS quiere
es gente que ame la justicia y no que lo sigan por temor a hacer lo contrario.
Si ese fuera el caso, Él habría creado ángeles y hombres ya en un estado
glorioso, bajo pena de ser echados de su presencia si fallamos, pero según la
Biblia ese no es así. Fuimos creados para probar que somos aptos para vivir con
DIOS en la eternidad, en un estado seguro, atravesó de su gracia y
misericordia, y por eso DIOS quiere que entendamos por qué lo malo que hacemos es
negativo y así cambiemos nuestra opinión con respecto a nuestras malas
acciones.
Quiere que el
homosexual comprenda que su atracción por personas del mismo sexo es una
distorsión negativa del orden natural.
Quiere que los
adúlteros entiendan que nuestras parejas merecen amor y respeto, y que la traición
sexual destruye nuestra unión y los hiere profundamente.
Quiere que el
mentiroso entienda que su vida se contamina con la falsedad, y que esta crecerá
fuera de control y lo desequilibrará mentalmente, y que en cambio la verdad es luz
y paz.
SOLAMENTE cuando
podemos entender por qué nuestros pecados están mal, podremos sentir
arrepentimiento por lo que hemos hecho mal, y amaremos el camino de DIOS, y
seremos más como Él.
Pero también los
pecados constituyen el hacer cosas que sabemos con certeza que están mal, como
robar dinero a una persona necesitada, lo que aumenta el nivel de culpa en el
ofensor. También en este caso, debemos llegar a la decisión de dejar de hacer
esto por el daño que causa a la víctima, el engaño del robo que destruye
nuestra sensibilidad moral, y, sobre todo, contradice la voluntad de DIOS.
Y por supuesto, el planear
pecar y luego arrepentirse es una burla contra DIOS, que nos hunde más en la
perdición.
CONCLUSIÓN
DIOS es
misericordioso y lo demuestra cada día que nos despertamos vivos, y todos los
días que este planeta sigue girando. Y también en la capacidad y el tiempo que
Él nos concede para cambiar el curso de nuestra vida.
El arrepentimiento
es necesario cada vez que cometemos algo malo, y si nos molesta estar pidiendo
perdón a DIOS tantas veces, debemos pensar también en cuanto nuestra
pecaminosidad molesta a DIOS al vernos cometer crímenes cada vez. Con la
diferencia de que Él no nos necesita, y nosotros sí lo necesitamos para vivir.
El arrepentimiento
UNA VEZ EN LA VIDA no es un arrepentimiento real, a menos que dejemos de pecar
para siempre, pero eso no es así.
Cada vez que
cometemos pecados, interrumpimos nuestra relación con nuestro Padre Celestial,
incluso si la mentira de “una vez perdonado, siempre perdonado” viene a nuestra
mente. Esto es un concepto erróneo que se agrava porque es un abuso de la
gracia de DIOS. JESÚS murió por nuestros pecados para ser perdonados cada vez
que nos arrepintamos, no para excusar nuestros faltas.
EL VERDADERO
ARREPENTIMIENTO es primordial para alcanzar la misericordia de DIOS, así como
lo es el sacrificio del Señor JESUS.
La clave para beneficiarse
de la expiación de JESÚS, es a través del arrepentimiento actual y real cada
vez que pecamos.
‘Haz cosas que muestren
que te has vuelto de tus pecados’.
Mateo 3:8
OFR.
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