NO HE VENIDO A ABROGAR LA LEY
17 no penséis que
he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino
para cumplir.
18 porque en verdad
os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más
pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.
19 cualquiera,
pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así
lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero
cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de
los cielos.
20 porque os digo que,
si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el
reino de los cielos.”
MATEO 5:17-20
COMENTARIO
En esta declaración,
el Señor JESÚS explica la importancia de la Ley Mosaica en la vida de los
creyentes.
Es cierto que Él
dio este sermón en vida, antes de la expiación en la cruz, sin embargo, la
nueva dispensación cristiana ya estaba abierta, desde que nació Jesús.
La Ley Mosaica fue
dada como un conjunto de normas religiosas, morales y sociales al pueblo de
Israel, y por medio de ellos al mundo entero, como ejemplo de lo que DIOS
esperaba de la humanidad, lo que también denotaba su carácter inmutable, justo
y misericordioso
(Deuteronomio 4:6
-7).
Sin embargo, en su
libertad, los hombres no siempre podían actuar como DIOS lo pedía, por lo que
pecaban y necesitaban ser perdonados. La Biblia enseña que Jesús fue el único
que cumplió la Ley hasta el último ápice (1 Pedro 2:22; 1 Juan 3:5) y, por lo
tanto, solo El calificó como la expiación perfecta por los pecados de la
humanidad.
Cuando JESÚS dijo
que “hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota, ni una tilde pasará de
la Ley” (Mateo 5:18), declaró la inmutabilidad de Dios que dio los
mandamientos, mostrando que lo que era moralmente malo entonces, siempre sería
malo, y por tanto, el valor de las normas morales, incluidas las sociales, están
vigente para siempre, mientras que el valor de las normas religiosas, que Jesús
cumplió con aspectos de su propia vida, como su muerte en el cruz en lugar del
sacrificio de animales, y la Cena del Señor en lugar de la Pascua, cumplirían
eternamente esas normas, de modo que ya no serían necesarios sacrificios,
ceremonias ni sacerdocio.
Pero también da una
advertencia. A menos que nuestra moralidad sea mejor que la de los judíos de la
época, como los fariseos o los escribas, no seremos admitidos en la gloria de
Dios, porque exige un cambio de corazón (Juan 3:3).
No es suficiente
simplemente someterse a la letra de la Ley, no cometiendo adulterio, ni asesinatos,
ni robos, etc., sino que tampoco debemos desear estas cosas. Porque DIOS quiere
personas justas con Él por la eternidad, y aquí no está hablando de justicia
'imputada', sino de justicia actual (hebreos 12:14).
Pero también se da
la palabra de consolación, cuando JESÚS dice que vino a cumplir toda la Ley,
dando a entender no sólo que cumpliría la Ley a plenitud, ya que era perfecto,
sino también, que esta perfección se ofrecería en lugar de nuestros pecados,
para que nosotros los hombres pecadores, cuando nos arrepintamos, y no antes,
tengamos acceso al perdón de Dios, para que nuestras faltas sean cumplidas en
Cristo Jesús.
“Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia
de Dios en él.”
2 corintios 5:21
Omar Flores.
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