JESUS LA LUZ DEL MUNDO

 

JESUS LA LUZ DEL MUNDO

1 al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. 2 y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?

3 Jesús respondió: NI ÉSTE PECÓ, NI SUS PADRES; SINO QUE ESTÁ CIEGO PARA QUE LAS OBRAS DE DIOS SE MANIFIESTEN EN ÉL.

4 NOSOTROS DEBEMOS HACER LAS OBRAS DEL QUE ME ENVIÓ MIENTRAS ES DE DÍA; LA NOCHE VIENE CUANDO NADIE PUEDE TRABAJAR. 5 MIENTRAS ESTOY EN EL MUNDO, YO SOY LA LUZ DEL MUNDO.

6 habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos, 7 y le dijo: VE Y LÁVATE EN EL ESTANQUE DE SILOÉ (que quiere decir, Enviado).

Él fue, pues, y se lavó y regresó viendo.

JUAN 9:1-7

COMENTARIO

Aquel día, Jesús y sus discípulos estaban caminando por las afueras de los muros de JERUSALEN, y pasando cerca de las piscinas de SILOAM, vieron a un ciego de nacimiento.

Este hombre debe de haber sido conocido desde antes por los apóstoles, ya que de pronto le preguntaron al Señor, la razón de porque este hombre había nacido ciego. Al parecer sabiendo que era así.

Lo curioso es que le preguntaron, si esta narrativa es correcta, que, si el ciego ‘había pecado’ el mismo, para nacer ciego. Como profesando culpa personal desde antes de nacer.

Esta declaración implica indudablemente la idea de la preexistencia de las almas, de tal manera que las fallas físicas de nacimiento, o incluso las desgracias naturales que ocurren en este planeta, responden a las culpas de una vida pasada, incluso el haber nacido en un planeta que lleva sobre si los castigos de DIOS sobre las culpas de una vida anterior.

Esta doctrina era profesada por algunos Fariseos, Esenos, y seguidores de la Cábala, de los cuales habla Filo y Josefo, y el LIBRO DE SABIDURIA de la Septuaginta (Sabiduría 8:19-20) el cual es parte del canon católico, ortodoxo y copto.

Esta idea, de que el mundo es un lugar de purga en el camino de purificación antes de poder entrar al Reino de Dios, llamada comúnmente ‘metempsícosis’ (Ver GILGUL, en el Diccionario Judío), ha sido atribuida a influencia de Egipto, Babilonia y luego Grecia, pues estuvo presente desde el regreso de la cautividad entre las sectas judías, y era también profesada por los filósofos griegos como Perecides, Pitágoras, Sócrates y Platón, y todo el Oriente desde sus inicios, desde Mesopotamia hasta la China (Ver los términos Punarjanma y Samsara) desde tiempos inmemoriales.

También fue profesada entre algunos cristianos al inicio, como Orígenes, Basilares, o al menos no en progresiva transmigración, pero si en una sola preexistencia antes de esta.

De todos modos, el Señor JESÚS, sin declarar que esta idea estuviera errada o no, simplemente dijo que ‘en este caso’ este hombre nació ciego, para que, en este día, por medio del milagro de devolución de la vista, el Nombre de DIOS sea elevado en alto.

El Señor JESUCRISTO, luego expreso que era importante el obrar lleno de gracia y misericordia mientras El estaba en la tierra, porque esta era la voluntad de DIOS para los hombres, pues pronto llegaría el momento en que El no estarías mas con nosotros, y que mientras El estuviera en su ministerio publico, EL ERA LA LUZ DEL MUNDO, como también lo había ya dicho antes en Juan 8:12.

JESÚS era la LUZ DEL MUNDO, no solo porque liberaba a todo hombre de los poderes del mal, curándolos de enfermedades, posesiones demoniacas, y perdonándoles sus pecados en Nombre de DIOS; sino también por la moral de sus enseñanzas. En sus enseñanzas, como ‘Amar al prójimo como a uno mismo’, o ‘Se con otros como quieres que sean contigo’, y ‘Tocad y se abrirá, buscad y encontrareis’ y muchas más, JESÚS rompió con el ciclo del pecado en el alma humana, enseñando al mundo a preceder con amor y misericordia, frente al mal que les afrentaba, sabiendo que no están solos, sino que tienen a DIOS por padre.

Dicho esto, nuestro bendito Señor hizo barro con su saliva y unto los ojos del ciego, y le mando a lavarse la cara, para probar su Fe.

El ciego, en lugar de dudar, o rechazar el acto como una burla a su miseria, sabiendo que era JESÚS el Hijo de David, quien le mandaba a hacer esto, confió y seguido se lavo el rostro, en obediencia al mandato del Señor, y por su Fe, recobro la vista.

Este portento causo conmoción entre el pueblo que los conocía, y entre los Judíos del Templo, los cuales se negaron a creer en el milagro, pero luego, sabiendo que fue real, decidieron en su maldad, hundirse mas aun en la oscuridad, y pérfidamente rechazaron el poder de DIOS y su misericordia (Juan 9:34; 40-41), mientras que el ciego, ahora sano, hayo la misericordia de DIOS (Juan 9:35-38).

Omar Flores.

 

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