JESUS SE APARECE A TOMAS

 

TOMAS VE A JESUS

CRISTIANISMO

24 Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: ‘Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.’

26 ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y dijo: PAZ A VOSOTROS.

27 luego dijo a Tomás: ACERCA AQUÍ TU DEDO, Y MIRA MIS MANOS; EXTIENDE AQUÍ TU MANO Y MÉTELA EN MI COSTADO; Y NO SEAS INCRÉDULO, SINO CREYENTE.

28 respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!

29 Jesús le dijo: ¿PORQUE ME HAS VISTO HAS CREÍDO? DICHOSOS LOS QUE NO VIERON, Y SIN EMBARGO CREYERON.

JUAN 20:24-29

COMENTARIO

Los críticos modernos expresan aprensión con el evangelio atribuido a Juan apóstol, o el ‘discípulo amado’, aunque no se sabe en realidad quien es este famoso discípulo (Juan 21:20, 24), no solo por sus variantes con respecto a los sinópticos, sino también porque en las narrativas de Mateo (Mt 28:10-16) y Marcos (Mr. 16:7), Jesús manda a sus discípulos a encontrarlo en Galilea, junto con los otros cristianos que no estuvieron en Jerusalén durante la crucifixión; mientras que este evangelio de Juan, relata apariciones intermedias, tomando más de una semana (Juan 20:26) desde la resurrección, en Jerusalén, y pone al cabo de un tiempo el encuentro de Galilea de manera casual y sin mayor detalle sobre la Gran Comisión (Juan 21:1).

Pero al margen de esto, esta historia contiene una lección muy importante, y es un llamado a ejercer Fe en DIOS, aceptando la resurrección de Jesús, y el triunfo final de DIOS y Jesús sobre la muerte y las malas intenciones del mundo.  

Según esta crónica, el Señor JESÚS comenzó desde el mismo día de su resurrección, a aparecer a todos aquellos que habían estado con El en su crucifixión, demostrando así su resurrección de los muertos y confirmando la fe de sus apóstoles y seguidores (Juan 20:19), los cuales aún estaban asustados y se escondían, y comenzaban hasta a dudar de la resurrección de Cristo (Lucas 24:36-48).

Pero ese día en particular, Tomas, no estuvo con ellos, y al parecer, era el mas descorazonado, y de manera rotunda dijo:

‘Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.’

Al cabo de mas o menos una semana, Jesús volvió a aparecer a sus discípulos nuevamente, y esta vez, si estaba presente Tomas Dídimo, y sabiendo nuestro Señor los pensamientos de su corazón, le dijo a Tomas, ‘Ven y ve la marca de los clavos, y toca mi costado por donde me atravesó la lanza, y CREE, NO SEAS INCREDULO’ (Parafraseando).

Esta inquietud de Tomas refleja la incredulidad natural del ser humano frente a la derrota, y no por dudar del poder de DIOS, sino por dudar en la misión que se llevó a cabo, como al parecer pasaba con este apóstol.

Tomas dudaba no del poder de DIOS, sino de la misión de Jesús, que, al parecer, había acabado en derrota, pues lo mataron y ya.

PERO nadie contaba con que DIOS YAHWEH, no podía permitir que el mal saliera con las suyas y opacara la obra de su amado hijo en la tierra.

Si JESÚS no hubiese resucitado, todos los milagros que El hizo, y su mensaje, hubieran quedado solo en palabras, porque lo que si quedaría para siempre, seria la memoria de este mesías derrotado, ejecutado por Roma, poniendo el paganismo romano y la violencia humana por sobre la santidad y la rectitud de Jesús.

PERO no fue así, DIOS resucito a su Ungido de entre los muertos a donde Satanás y sus secuaces lo habían enviado, y de esta manera demostró la veracidad del trabajo de JESÚS, venciendo lo que nadie puede en todo el universo, VENCER LOS LAZOS DE LA MUERTE, demostrando su TODOPODERIO, y al demostrarlo en favor de JESÚS, EL HIJO UNIGENITO DE YAHWEH.

Pero este resultado lo advirtió Jesús muchas veces (Lucas 9:22, Mateo 17:23, y otros), y era la consecuencia lógica de la obra redentora del Señor. Jesús no podía terminar su ministerio vituperado, vejado y ejecutado como un perdedor, desacreditando a si toda su obra, en especial cuando sus palabras de resucitar al tercer día vendrían a quedar como falsas. Si Tomas pensó alguna vez en realidad que JESÚS hablaba y actuaba en nombre de DIOS, no debió dudar esto, pero su humanidad gano lo mejor de él, y dudo de la misión de JESÚS, a pesar de haber visto como Jesús resucito a varios muertos durante su vida terrenal, cosa que el demonio no puede hacer.

Pero en su misericordia, el Señor JESUSCRISTO, decidió confirmar en la fe a su amado apóstol, y le dio las pruebas que deseaba tener para creer, así como DIOS YHWH muchas veces confirmo con milagros a los antiguos del viejo pacto, el origen divino de sus palabras (Jueces 6:36-38).

Frente a este portentoso milagro, de ver al Maestro del cual acababa de desertar pocos días atrás, y haber dudado del origen divino de su misión y mensaje, Tomas exclamo y dijo:

“SEÑOR MIO Y DIOS MIO”

En medio del éxtasis, reconociendo a si su culpa y demostrando arrepentimiento, reconociendo la visión como el genuino Jesús, y arrepentimiento delante de DIOS YHWH, por haber dudado de la misión divina de su hijo amado.

Y entonces el Señor JESÚS le dijo, “FELICES AQUELLOS QUE HAN CREIDO SIN HABER VISTO”, aquellos que han podido entender que sin esta resurrección mi misión quedaba en nada y confiaron que DIOS me levantaría de los muertos, confirmando su obra en mí, dando gloria a su Nombre.

Omar Flores.

 

 

 

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